Miguel Andújar, dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y miembro de su Comité Central, ha pasado las de Caín y un vía crucis de cinco meses desde que fue designado cónsul general en Boston.

Se estima que desde el 22 de agosto, fecha en que el presidente Leonel Fernández emitió el decreto 495-11, Andújar ha gastado de sus recursos propios unos US$15 mil, por concepto de los cinco pasajes aéreos de los viajes que ha tenido que hacer entre Boston y República Dominicana, así como el pago por la estadía en hoteles.

Informes periodísticos dan cuenta de la situación por la que ha atravesado Andújar tratando de asumir el cargo. El ex regidor del Distrito Nacional por el PLD celebró una conferencia de prensa el pasado cuatro de noviembre, en la que responsabilizaba a la Cancillería de la República el desafío a la autoridad del Presidente de la República.

Dominico Cabral fue destituido mediante decreto presidencial como cónsul general en Boston. Permaneció en ese cargo por siete años. Reportes de prensa indican que éste no le entregaba al señor Andújar porque no tenía las acreditaciones de lugar.

Para buscar una salida salomónica al conflicto, el presidente Fernández dispuso una nueva designación en el servicio exterior de la República Dominicana con el nombramiento de una vicecónsul en la ciudad de Boston, como mecanismo transitorio para apoyar las funciones consulares del nuevo cónsul designado. Mediante el decreto 682-11, del 8 de noviembre, el mandatario designó a Ramona Abreu como nueva vicecónsul en la ciudad de Boston.

Sin embargo, en la práctica el decreto se convierte en un traslado de oficina consular, ya que la señora Abreu ejercía la función de vicecónsul en el consulado dominicano en la ciudad de Nueva York.

Entrega residencia EEUU. No obstante Andújar entregar voluntariamente su residencia de Estados Unidos, la cual poseía por más de 40 años, para lograr la visa estadounidense que lo acredita como cónsul general en Boston, la señora Abreu se resiste a entregarle, alegando que debe tener su tarjeta AID.

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Un irrespeto

Wilson Peña, profesor de escuela en Cambridge, Massachusetts, considera atropellante y avergonzante lo ocurrido el martes pasado en el consulado de Boston, cuando Andújar asistió con sus documentos oficiales en mano para iniciar sus funciones de cónsul, las cuales durante 5 meses sectores negativos de la Cancillería y en contubernio con Eduardo Selman han impedido.