LLENNIS JIMÉNEZ Y PATRICIA PÉREZ
l.jimenez@hoy.com.do
Para buscar una visa que les permita viajar a España acuden cientos de personas diariamente al consulado de ese país en Santo Domingo.

Los   que emprenden el sueño dicen que no  piensan desistir de sus planes de ir a trabajar a esa nación o de reencontrarse con   familiares que fijaron residencia en ese país, a pesar de que el  gobierno español pretende  reducir la migración.

Tampoco los desmotiva el despacho de prensa que informa que España pagará  a los extranjeros legales para que regresen a sus países de origen.

Aunque para ellos lo que cuenta es llegar a España, solo dos de 18 personas consultadas frente a este consulado dijo tener una vaga idea de las restricciones migratorias en ese país.

 Ayer, a medida que el sol ardía en la frente de estas personas y que la fila para llegar a la ventanilla crecía, en Rosa Moreno aumentaba el sentimiento de emigrar.

La gente llega de madrugada para conseguir un puesto en la fila, pero otros optan por quedarse desde el día antes de la cita que obtienen con siete días de antelación.

Las quejas de los criollos en la acera del consulado de España en la avenida Independencia, son varias: Critican que no se les faciliten asientos en un espacio techado. Otros denuncian que un personal no autorizado cobra importantes sumas por tramitar la certificación de los documentos, en menor tiempo. Involucran en esto al personal de seguridad en la puerta.

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Para ir a España

 Reina Pichardo tiene 39 años de edad, de los que ha dedicado 11 a luchar por conseguir un visado para España. No ha hecho las maletas, pero le brillan los ojos del solo hecho de pensar en poner un pie en la ciudad de Madrid, donde se imagina trabajando en un salón para ganar los euros que le permitan educar a los tres  hijos que tiene en  Moca, donde reside.