Consultas políticas ante conflictos radicalizados y FMI

Consultas políticas ante conflictos radicalizados y FMI

Nuestros conflictos nacionales se están agudizando tanto como para requerir entendimiento político sugerido por la ex-vicepresidenta y dirigente perredeísta, Milagros Ortiz. Pero el poco entusiasmo que están concitando los pactos, los magros resultados de iniciativas pasadas similares y la reciente declaración del FMI, justifica que el Presidente Medina dinamice y efectivice ese entendimiento mediante acciones previas de voluntad concertadora, como las consultas individuales a dirigentes opositores.

La “infracción constitucional” incurrida por el Tribunal Constitucional aludida por el jurisconsulto Ricardo Rojas sobre sentencia de este tribunal relativa a dominicanidad de descendientes haitianos, su divorcio de realidades económicas, sociales y humanas al prescindir de la incidencia de indocumentados en nuestra salubridad pública y estabilidad vía informalidad y delincuencia, ha encendido debates, desatado acciones, exacerbado juicios y prejuicios reprimidos y rezongas fortuitas aisladas.

Exigencias de demandas salariales de sectores y obras por comunidades y en el Presupuesto por funcionarios, crispación de diferendos ambientales en torno a Loma Miranda expresadas violentamente en inmediaciones del Congreso; atropellos contra académicos y legisladores, movilizaciones por pensiones, protestas por amontonamiento de basuras, pueden preludiar erupciones alteradores de paz y orden dentro del caldo de cultivo creado por el estado delincuencial que nos encontramos impuesto por ilegalidades, desquiciamientos, desenfrenos, frustraciones y decadencia moral y religiosa.
Pero también por encontrarnos en una sociedad preñada de inequidades y privilegios. Y por un gobierno atado por el arrastre de enormes déficits, sometido al rigor del poderío económico nacional e internacional, forzosamente enganchado en el socio-populismo concebido como contraparte del neoliberalismo sustentador de la especulación financiera y condescendiente con evasores y corruptos que han contribuido al estado presente de cosas.

Ejemplo de estas ataduras lo constituye la predicción de tener que pagar este año unos RD$132,000 millones por servicio de la deuda pública, es decir 37 pesos por cada 100 recaudados, en detrimento de inversiones para satisfacer necesidades sociales y económicas.

Y ejemplo de ese “socio-populismo” endosado por el neoliberalismo es la adopción de políticas inadecuadas como la fiscal del pasado año, cuyos resultados a agosto auguran recaudaciones menores en 2.5% a las estimadas, contrapuestas a cargas fijas (gastos corrientes+amortizaciones) superando en 4.6% las programadas; haciendo previsible mayores tentaciones deficitarias por solo poder cubrir el 80% de esas cargas con recaudaciones, envolviéndonos mas en la vorágine del endeudamiento.

El Presidente puede llamar a consulta dirigentes opositores para superar este maremágnum, especialmente ahora que el FMI ha sugerido nudos neurálgicos a desatar: Restablecimiento de confianza, corrección de exposición bancaria al gobierno, mejoramiento de gobernanza del Banreservas, “mejorar la eficiencia del sector eléctrico sin deteriorar las finanzas públicas”; y, agregamos, ni las particulares.

Publicaciones Relacionadas