La contaminación de los cuerpos de agua en el país es un problema de salubridad al que es necesario ponerle especial atención, advirtió el consultor hídrico, Gilberto Reynoso.
Considera que “la mejor forma de abastecer con seguridad y a menor costo agua de buena calidad a la población dominicana, solo se puede lograr mediante la protección de las fuentes de captación de agua, tanto las superficiales como las subterráneas”.
Reynoso recuerda que los sistemas de captación de agua para consumo humano de aquí dependen, principalmente de ríos, embalses superficiales y de aguas subterráneas, como fuentes primarias de obtención de agua.
Explica que cuando esas fuentes de agua se contaminan, la inversión para su control para mantener la salud pública y proteger otros usos, se incrementa grandemente, debido a los costos adicionales de monitoreo, tratamiento de la contaminación y eliminación de los sedimentos.
Precisa que en la República Dominicana “la contaminación de los cuerpos de agua constituye un problema de salubridad al que es necesario ponerle toda la atención posible”. Cree que la acción de la protección de las fuentes de captación de agua, tanto superficial como subterránea implica realizar actividades de manejo y regulación de las cuencas de captación.
Precisa que la protección de la calidad del agua para consumo humano se debe extender más allá de controlar las fuentes puntuales de contaminación. El control del problemas que originan las contaminaciones se debe enfocar en la cuenca hidrográfica.
Dice que se deben delimitar las zonas de captación de agua, realizar inventarios de todas las posibles fuentes de contaminación que existen en cada cuenca y determinar todas las posibles fuentes de contaminación a partir de su desplazamiento, desde sus orígenes hasta las plantas de tratamiento.
Reynoso señala que el énfasis creciente en proteger las zonas de captación de agua significa, que las instituciones públicas o empresas privadas responsables del abastecimiento o venta de agua potable deberán involucrarse en realizar y financiar, junto a otros actores, programas de manejo de agua en cuencas.
En el país no se ha atacado el problema de contaminación del agua en su origen, sino en el momento en que se capta para uso y consumo de la población.
Cada usuario se defiende como puede de la contaminación del agua, o simplemente no le preocupa contaminar sus productos al utilizarla, con agua de ríos altamente contaminados, como Yaque del Norte, el Yuna, el San Juan y otros.
Dice que para lograr que los usuarios del agua asuman su responsabilidad en el uso y manejo, es fundamental poner en una balanza los intereses de cada actor y vincularlos a los costos y beneficios que implica una buena gestión del agua.
El especialista recomienda que para llegar a ese nivel es necesario hacer acuerdos que involucren compromisos financieros de las partes. “Para esto, debemos hacer alianzas e involucrar a la población”.