El ingeniero Salvador Ramírez Peña, consultor sanitario y ambiental, propuso al Gobierno la creación de una Dirección General de Drenaje Pluvial, con el objetivo de que se encargue de atender todas las soluciones de los puntos críticos del drenaje en todo el territorio nacional y las inundaciones que se producen en la zona rural.
Sostuvo que deben priorizarse las inundaciones de las tierras cultivadas, mediante la colocación de redes que permitan evacuar las aguas pluviales, a fin de evitar que como resultado de las lluvias se pierdan miles de tareas cultivadas.
Ramírez propuso que mientras tanto, en lo que se crea la dirección, y para hacer frente a la situación que periódicamente se presenta, los ayuntamientos deben adoptar medidas como la elaboración de un programa de mantenimiento de la red pluvial y de las cunetas.
Además que los cabildos implementen de forma adecuada el manejo, recolección, transporte y disposición de la basura, ya que esta produce taponamiento del drenaje pluvial.
Sugirió que se ejecute un plan de limpieza de las cañadas para evitar que el agua estancada y la basura sean focos permanentes de contaminación.
Además, que adopten soluciones en los puntos críticos de la red pluvial, en lo que se implementa un plan maestro de alcantarillado pluvial, en las principales ciudades del país.
Ramírez apunta que aunque por ley el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa) debe dotar de agua potable, disponer y tratar las aguas residuales, en la práctica ha ocurrido que en cada una de las localidades del país los ayuntamientos se han hecho cargo del drenaje pluvial.
No obstante, señala, que para esta importante actividad, los cabildos apenas disponen de una brigada de mantenimiento, lo que impide que puedan realizar una labor eficaz.
Las claves
1.Evitar pérdidas
Ramírez resalta la necesidad de que se controlen las inundaciones en las zonas productivas para evitar que las lluvias arrasen con miles de tareas cultivadas.
2. Ayuntamientos
Deplora que aunque Inapa es la que está llamada a controlar las aguas residuales, esta labor ha sido relegada a los ayuntamientos que disponen de pocos recursos.