POR ODALIS MEJIA
Los terrenos del Consejo Estatal del Azúcar (CEA) próximos y dentro de la Cueva de las Maravillas tienen alto interés para el comercio turístico, por lo que varias empresas nacionales y extranjeras tienen solicitudes de compra de hasta dos millones de metros cuadrados.
El director de Inmobiliaria del CEA, Miguel Reyna, afirmó ayer que el metro cuadrado de terreno en esa zona está valorado en US$12. A esta tarifa el CEA ha vendido porciones tanto en esta administración como en la pasada.
Reyna dijo que fuera de las 49,449.64 tareas cedidas al Patronato Fundación Cueva de las Maravillas, el CEA posee unas 64,000 tareas. Informó que algunas parcelas, específicamente las 7 y 8 del Distrito Catastral número Uno, del municipio Ramón Santana de San Pedro de Macorís, colindan con la playa.
Próximo a la Cueva de las Maravillas están las instalaciones de los hoteles Reyna Cumayasa y Santana Beach Resort con 450 habitaciones.
RECOMIENDAN REVERSIÓN
En noviembre del 2004, el consultor jurídico del CEA, Juan Alfredo Avila, recomendó al director de esa institución, Enrique Martínez, la reversión del traspaso, por considerar inapropiado el despojo de 31,103,421 metros cuadrados de terrenos a favor de un patronato.
Avila, mediante oficio 1474, plantea que la única función del patronato sería la administración y explotación turística y ecológica de la Cueva de Las Maravillas, tras sugerir al director del CEA que el presidente de la República debía disponer la reducción del área de terreno cedido a la fundación.
El acuerdo de cesión entre el CEA, la Secretaría de Medio Ambiente y el Patronato Fundación establece un uso por 50 años. Sin embargo, el decreto no tiene límites de uso de tiempo y faculta a la fundación a vender, traspasar, ceder, arrendar y otras formas de gravar bienes e inmuebles.
Avila no quiso comentar este último aspecto, argumentando que «la situación está muy delicada» y que ofrecía la documentación en cumplimiento de la Ley de Libre Acceso a la Información Pública (200-04).
Miles de reses propiedad de la División de Ganadería del CEA pastaban en esos terrenos, que al ser traspasados fueron sacadas y trasladadas detrás de la caverna en una zona donde no tenían mucha alimentación. Se informó que muchas murieron en ese trajín, durante una gran sequía.
CRITICAN USO
Adolfo López, arqueólogo que ha trabajado por 14 años en la Cueva de las Maravillas, consideró que con la entrega de más de 30 millones de metros cuadrados alrededor de esa caverna, sólo se pretende enajenar esos terrenos, puesto que en su mayoría sólo son cañaverales y áreas valdías.
«Lo que se está protegiendo es potreros y cañaverales cuando lo que hay que proteger la cueva no destruyendo el entorno construyendo una pista de aterrizaje en la misma puerta de la cueva lo que hay que proteger la cuenca del río de Cumayasa», afirmó López.
Dijo que la cueva tiene recursos arqueológicos y criticó que se utilicen áreas como excusa para incluir una serie de terrenos que no tienen ningún valor ecológico especial.