Pregunta del lector: Tengo 33 años de casado. Tuve una hija en una aventura, se lo comuniqué a mi esposa junto a mi madre y sus padres. Le pedí perdón, pero ella no lo ha superado. La niña tiene 15 años. Después de eso, nunca hemos sido felices, aunque hago esfuerzos.
Respuesta de la terapeuta: Existe la probabilidad de que las secuelas emocionales de una infidelidad perduren, más aún, si ha habido una hija que le recordará el hecho.
Recordar no implica necesariamente falta de perdón. Vengarse, pelear constantemente por la misma situación, enrostrar negativamente el pasado, atacarlo, sí podría verse como una falta de perdón, y, posiblemente, rencor. Lo que puede cambiar es la intensidad del dolor o sufrimiento psíquico causados por la infidelidad.
La lectura que su pareja hace sobre el mismo acontecimiento es distinta al suyo. Cuando a una mujer se le lastima en lo más profundo de sus emociones y se siente traicionada o que se le ha quebrantado la lealtad y fidelidad, le cuesta olvidar. La memoria emocional se mantiene activa.
Digamos que la conceptualización de la relación y aventura amorosa, tanto para el hombre como la mujer, tienen connotaciones diferentes.
El hombre puede quedar encantado con el coqueteo de una mujer y sucumbir ante sus encantos, quedando la racionalidad distante de las consecuencias futuras, como en este caso, una hija.
Hablarle de aventura amorosa a su pareja puede resultarle difícil porque pensará que usted fue más allá de lo efímero; aunque la ciencia nos dice que en los hombres la conducta sexual puede ocurrir sin mayores implicaciones emocionales.
Las mujeres son muy celosas de su estructura familiar nuclear. La infidelidad vulnera el concepto de familia ideal. Posiblemente haya aceptado la situación, pero sin aceptarla de hecho en su mapa emocional familiar.
Las mujeres no solo aceptan, sino que establecen en la relación un antes y un después. Es parte de la historia familiar, queda impregnado como un acontecimiento de ruptura.
Para el ser humano la confianza está enraizada en la seguridad y sostén emocional. Entiendo que esto imprime una huella en el vínculo afectivo de la pareja.
Algunas preguntas para reflexionar: ¿Cómo se rehabilitó la confianza a pesar de la infelicidad? ¿Qué cambios hizo? ¿Se modificó la expresión afectiva entre ustedes? ¿Incrementaron el tiempo de pareja juntos? ¿Procuró más cercanía emocional?
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