CONSULTORIO DE FAMILIA

CONSULTORIO DE FAMILIA

Sicologa, Terapeuta familiar
Pregunta de la lectora
: Ustedes los psicólogos dicen que niños maltratados pueden sufrir daños psicológicos. ¿Me podría explicar en qué consiste ese daño?

Respuesta de la terapeuta: Es cierto y ha sido comprobado científicamente que los niños que sufren malos tratos quedan con secuelas psicológicas, en primer orden, neurológicas.

Los malos tratos pueden ir desde golpes, agresión verbal hasta negligencia. El daño es tan severo que por eso se han concebido leyes  para la protección infantil. Pueden causar daños neurobiológicos, que alteran de forma irreversible el desarrollo neuronal.

Lo primero que quiero resaltar es que los niños maltratados están permanentemente expuestos al estrés, en consecuencia se produce el neuroquímico cortisol que inunda el cerebro de los menores provocando una inundación tóxica  en el cerebro, lo que conlleva a daños importantes, sobre todo en la región del hipocampo.

Nos dice Jorge Barudy  que esta afección del hipocampo, estructura microscópica del sistema límbico, que sirve para memorizar las experiencias afectivas, quedará comprometida provocando un déficit en la memoria de experiencias relacionales afectivas.

Dentro de la estructura cerebral tenemos la amígdala, región donde los niños perciben el miedo y las amenazas, generando desconfianza de las figuras de apego. EL maltrato afecta las emociones.

Los niños no pueden manejarlas adecuadamente frente a sus padres  por lo que podrían reaccionar con agresividad como una defensa a un medio hostil.

Padres con déficits crónicos de las competencias parentales y marentales pueden causar daños graves a sus hijos.

Entendemos que el maltrato infantil no tiene ninguna justificación para que ocurra por las secuelas que genera. A partir de estas experiencias los niños tienen una existencia de memorias emocionales traumáticas.

Las que posteriormente podrían ser exteriorizadas a través de comportamientos o manifestaciones somáticas. Queda en la memoria emocional almacenada en el sistema límbico.

Debo resaltar que la plasticidad cerebral de los niños,  si reciben la protección y las atenciones adecuadas, puede reparar los daños, aunque nunca se puedan restituir todas las funciones de un cerebro alterado en su crecimiento.

El maltrato infantil es un delito grave por el daño cerebral que provoca.

Estamos hablando de amenazas, golpes, miedo, estrés. No podemos minimizar ni justificar  el maltrato infantil.

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