CONSULTORIO DE FAMILIA

CONSULTORIO DE FAMILIA

Sicóloga, Terapeuta familiar
Pregunta de la lectora:
Tengo 28 años. Antes de tomar una decisión la consulto con mis padres. Me he dado cuenta que a mi edad podría decidir yo sola, pero me siento insegura. El problema está en que hago lo que ellos entienden que es mejor para mí. Eso no está bien. Me siento muy insegura aunque sé que puedo decidir. ¿Todavía puedo cambiar?

Respuesta de la terapeuta: Claro que sí que usted puede cambiar. Tendrá que poner mucho empeño para lograrlo. Esta conducta se ha convertido en un hábito.

Existe un porcentaje de hijos que buscan aprobación de sus padres, no porque consideren  que ellos son más inteligentes, sino, por temor a la desaprobación si las consecuencias de la  decisión no resultan como esperaban. Si la decisión es afortunada los padres se sentirán orgullosos porque tuvieron éxito en sus aseveraciones.

Es diferente  cuando se tiene que tomar una decisión relevante y se considere que los padres tienen experiencias y  conocimientos que pueden aportar a su decisión . Lo que movería esta plática sería escuchar otros puntos de vista buscando obtener informaciones que quizás no se tienen a mano para valorar la decisión personal.

La intencionalidad no es hacer lo que los padres consideren, sino, escucharlos, discutir y valorar sus aportes  para la toma de decisión. Quien decide es el hijo una vez haya escuchado y analizado.

Escuchar a los padres sabios, con experiencias acumuladas es inteligente, pero, dependerá para qué y con qué frecuencia se hace. Quizás no sea necesario hacerlo en la mayoría de los casos. Cada persona tiene su propio talento.

Usted como persona adulta ha ido ganando experiencia y son muchas las decisiones que podrá tomar sin consultar a sus padres. Pregúntese si es por miedo a la desaprobación, si subyace un profundo deseo de complacerlos y que la sigan considerando la “niña buena”.

Generalmente, las personas saben lo que quieren decidir. Muchas veces lo que se busca es aprobación. En otras, podría ser una forma de informar lo que se va a hacer. Existen personas que buscan orientación, pero, hacen todo lo contrario.

Comience a tomar decisiones  y a aprender de las consecuencias. Las personas están en un constante aprendizaje. Equivocarse enseña que esa no es la ruta y que se debe cambiar el camino.

Escúchese, reflexione, valore las consecuencias y decida. El hábito irá cambiando.

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