CONSULTORIO DE FAMILIA

CONSULTORIO DE FAMILIA

Sicóloga, Terapeuta familiar
Pregunta de la lectora
: Tengo un hijo con dificultad para mantener relaciones duraderas con sus amigos. Se queja mucho de que no lo aceptan en su  grupo. Me dice que los demás no quieren hacer lo que él dice. Sé que busca  imponerse. ¿A qué cree se debe esa conducta?

Respuesta de la terapeuta: El ser humano está en comunicación permanente. Aunque sea consigo mismo. Este diálogo interno moviliza   respuestas frente  a los demás de una manera determinada.

La persona tiene la capacidad de empoderar un pensamiento, cuando lo  sostiene de forma continua durante el tiempo. Este va en intensidad crecientemente y es acumulativo. Se vuelve obsesivo, repetitivo y en consecuencia provoca una  reacción emocional muy intensa.

La experiencia frente a un determinado tema, y la vivencia actual, intensifican la capacidad de reacción.

Veamos un ejemplo. Un niño cuya relación con la madre fue muy fusionada y las expectativas de la madre fueron muy altas respecto a un ideal de hijo inteligente, organizado, perfecto y ser  especial. Este niño viene con una representación mental de que será así con todas las personas que se comunica y  relaciona.

La otra persona con quien se relaciona no responde al estándar creado por el niño a partir de su experiencia familiar. Él estará esperando que la otra persona le responda de acuerdo a su esquema mental.

Cada encuentro con una persona, que no lo trate y considere como se estructuró su pensamiento desde muy temprana edad, entrará posiblemente en conflicto. A partir de su interiorización de ser especial, inteligente y perfecto, sentirá malestar porque no fue tomado en cuenta, buscará la forma de hacerse notar. Querrá de las otras personas con las que se relaciona que  le admiren,  rindan tributo y lo consideren especial, como aprendió desde muy temprano.

Cuando  esto no ocurre afecta su egocentrismo y buscará imponerse porque no  tolera ser ignorado. El mecanismo  será hacer que las cosas ocurran como él entiende. Estas conductas reflejan pobre habilidad para manejar las  frustraciones. Reaccionará impulsivamente. Piensa más en su gratificación que en los derechos de los demás.

Usted puede hacer buen trabajo con su hijo ayudándolo a respetar los derechos de los demás, aceptar el no y reconocer que él también tiene derecho a equivocarse y los demás tener la razón.

Motívelo a  permanecer con sus amigos aunque piensen diferente a él.

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