CONSULTORIO DE FAMILIA

CONSULTORIO DE FAMILIA

Sicóloga, Terapeuta familiar

Pregunta de la lectora: ¿Cómo puedo ser mejor persona? ¿Es difícil cambiar?

 

Respuesta de la terapeuta: Toda persona tiene el poder y el derecho a cambiar y ser mejor.

Los seres humanos evolucionan, maduran y buscan la trascendencia.

Plantearse  la posibilidad de ser un mejor ser humano es el primer paso ganado. A partir de ahí se comienza a pensar por qué  se siente la imperiosa necesidad de cambiar.

Creo que los seres humanos tienden a ser bondadosos por naturaleza. Pueden tener la actitud para comportarse  generosamente y comprender empáticamente a los demás.

Dependerá mucho de la capacidad de autorreflexión para conocerse y destacar los rasgos más nobles  de su personalidad.

Mientras más oportunidad  tiene  de conocer de sí misma,  su historia de vida familiar, cómo le afectó su contexto, podrá valorar cómo es y por qué reacciona de determinada manera.

Nuestra personalidad está conformada por rasgos. Tenemos el temperamento de base biológica y el carácter de base social y relacional. Ambos conforman nuestro estilo de personalidad. Nuestra familia y contexto social influyen de manera significativa en nuestra forma de ser.

Haber sido criado en una familia bientratante, que respete  la persona, se reconozca el valor del ser humano, que la disciplina no descanse en  castigos y golpes, si no en destacar el buen comportamiento y  la enseñanza  a reflexionar cuando aparezca una inconducta garantizará la conformación de una persona con mejor valoración de sí misma.

Su sentido de vida girará en torno a  ser una persona responsable, generosa, respetuosa y madura.

La madurez del ser humano no se correlaciona con la edad cronológica. Podemos encontrar personas mayores inmaduras emocionalmente. Otras, pueden ser muy jóvenes y maduras.

Madurez implica capacidad de ser una misma. Asumir un sentido de la vida. Recocer sus fragilidades, pensar sobre ellas tomando en cuenta el impacto que tienen sobre los demás. A partir de esa valoración podrá determinar los cambios a  hacer.

Una vez haya reconocido cómo puede afectar su actitud, comportamiento o palabras  sobre los demás, podrá ir haciendo el cambio. Estará tomando en cuenta, tanto su persona, como la de los demás.

Quizás la dificultad no radique en el cambio per se, si no en reconocer qué es lo que tiene que cambiar.

Haga del cambio un estilo de vida para ser mejor persona. Manténgase perseverante en su propósito. Tendrá buenos resultados.

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