Sicóloga, Terapeuta familiar
Pregunta de la lectora: Mi mamá está viviendo con nosotros. Critica la forma de educar a mis hijos.  Me siento muy presionada y desesperada. Si le digo algo se ofende. ¿Qué hago?

Respuesta de la terapeuta: La familia a la cual usted pertenece se denomina, por su estructura, Familia de Tres Generaciones compuestas por abuela, hija y nietos.

 Generalmente, cuando la familia no tiene claro su sistema de jerarquía pueden aparecer problemas al no quedar bien establecido quién tiene la autoridad.

Una de las pautas transaccionales  más típicas es cuando la madre corrige a los hijos y la abuela opina, critica la forma en que lo hace, da instrucciones contrarias a los nietos o si la madre pone una sanción ella la quebranta a espaldas de la madre.

Otra forma común es criticar el estilo educativo de la madre con expresiones tales como: “en mi tiempo las cosas no eran así”, “si fueran hijos míos yo no permitiría eso”, “esos muchachos están así por ti”, “tú eres muy blandita con esos muchachos” o “tú eres muy dura con ellos”, entre otras.

Estas reacciones tendrán un efecto sobre usted y sus hijos generando malestar.

Detecte cómo lo que su madre dice o hace  la afecta  y qué reacción específica le provoca.

Algunas madres dicen que se enojan más, agreden con mayor intensidad a los hijos como respuesta al enojo contra su madre. Otras eligen no actuar con los hijos e ignorar a la madre.

Ninguna de estas reacciones o comentarios va a aportar para que el comportamiento de los hijos mejore o se corrija.

Sin darse cuenta, están en una lucha intergeneracional.

Le recomiendo dejar bien establecido frente a su madre e hijos que usted es la responsable de la disciplina y educación de ellos.  Y que ella es una ayuda idónea para apoyarla a lograr su objetivo afirmando sus decisiones y su convicción de que su modelo es el adecuado.

Escuche a su madre y evalúe su estilo educativo.  Sus comentarios la podrían ubicar en cuál es su estilo, si es  permisivo, autoritario o democrático.

A veces hay puntos ciegos, no vemos que no vemos. Los demás, nos hacen caer en cuenta.

Hable con su madre acerca de su estilo y por qué usted entiende que es el mejor para la familia. Motívela a que la apoye.