Sicologa, Terapeuta familiar
Carta de la lectora: Del colegio refirieron a mi hijo  de cuatro años al psicólogo porque había besado en la boca a otro niño.  He visto que él se frota el pene en casa en algunas ocasiones. Estoy muy involucrada con el niño, el padre no comparte mucho tiempo con él.  Nuestra preocupación es si el niño tiene tendencia homosexual.

Respuesta de la terapeuta: Pensar sobre esta tendencia en este momento es muy prematuro. No podría opinar categóricamente acerca del caso porque no he visto al niño.

Antes que preocuparse por esto, tenemos que pensar en cuál es el estilo de ustedes expresarles afectos al niño. Muchos padres les dan o piden besitos en la boca a sus hijos como expresión de cariño. Si en su caso es así, entonces el niño podría estar expresando su afecto.

Si le preocupa la conducta sexual de su hijo antes mencionada, pregúntele cuidadosamente cómo la persona que le cuida le da cariños. Pregúntele si ella le da besitos, cómo le da besitos, dónde, si le gustan los besitos que ella le da.

Haga el mismo procedimiento con el aseo del niño,  bañe  al niño y mientras lo hace solicítele que le cuente cómo  ella  lo baña. Pregúntele expresamente  mientras lo baña: “¿me podrías explicar cómo nana te lava la cara, los brazos, el pene?”

Puede también, a través de un muñeco, hacer este tipo de preguntas de manera indirecta para que el niño no se ponga ansioso. Sólo haga esta exploración si usted no se va a poner ansiosa. En caso de ser así, preferimos que se busque un profesional de la conducta que sepa manejar estos temas. Hay que descartar abuso sexual de la persona que lo cuida.

Si usted se pone muy ansiosa podría tener otro efecto sobre el niño. Esta exploración tiene que hacerse con sumo cuidado. Hay que descartar que el niño esté siendo manipulado sexualmente por la persona que lo cuida.

La sexualidad de los niños y las experiencias placenteras son distintas a las del adolescente y el adulto.

El que usted se haya dedicado mucho tiempo a  su hijo y el padre se mantenga periférico no implica, necesariamente, que el niño pueda tener tendencia homosexual.

No se agobie pensando esto. No sienta culpa por haber invertido tiempo y cercanía emocional en su hijo.