CONSULTORIO DE FAMILIA

CONSULTORIO DE FAMILIA

Sicóloga, Terapeuta familiar
Pregunta de la lectora:
¿Qué puedo hacer para que mis hijos hagan caso cuando les hablo?

Respuesta de la terapeuta: Lo primero es desarrollar la paciencia. Todo cambio requiere de tiempo para ver los resultados. Así como usted asumirá otro estilo para disciplinar, sus hijos tendrán que ir adaptándose a su cambio y aprendiendo a dar nuevas respuestas.

Le sugeriré la técnica de “ilusión de alternativa”, la cual consiste en crearles a los hijos las posibilidades de elegir entre dos alternativas que usted les presentará, pero no la elección de dejar de hacer lo que usted espera.

Veamos este ejemplo; usted le dice que es hora de bañarse, si no le hace caso, inmediatamente le dice: “es hora de bañarte, vas solo al baño o te llevo yo”.

Fíjese que no está eligiendo  bañarse o no, sino elegir cómo irá, si por sí mismo o porque usted lo llevará. Su mandato es claro, y su responsabilidad es hacerlo. Sólo elige la forma de llegar al baño. Esta acción, en la cual no se negocia el momento de bañarse, la coloca en una posición de autoridad.

Otro ejemplo, “apaga el televisor y ponte a estudiar”. Si no lo apaga cuando usted da la instrucción, podría decirle: “apagas el televisor o lo apago yo”. La instrucción es apagarlo, lo que se negocia es la forma: “lo apagas tú o lo hago yo”.

Es importante hacer que se cumpla. Entrar en discusiones, pleitos y amenazas  carecerá de sentido. El éxito está en lograr que ocurra lo que solicitamos. Fíjese que con esta técnica usted está dando la oportunidad de que su hijo participe responsablemente y se dé cuenta que cuando se le solicita que haga algo, hay que cumplirlo.

Usted dirá y si apaga el televisor y no hace la tarea qué hago. Pues dígale que hasta que no haga la tarea no podrá ver el televisor. Si continúa la conducta inadecuada, podrá intensificar la consecuencia aumentado el número de días. Manténgase firme y verá resultados.

Para los hijos no es agradable perder beneficios. Se darán cuenta que para recuperarlos tendrán que cumplir con lo que usted les solicita.

No ceda ante la promesa de que no lo volverá a hacer. Si su hijo violentó la norma ha de cumplir la consecuencia.

Déjele claro que tendrá otra oportunidad de demostrarle que ha aprendido a ser responsable cuando usted le hace una petición.

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