CONSULTORIO DE FAMILIA

CONSULTORIO DE FAMILIA

Pregunta del lector: Tengo 24 años. Tengo una novia. Me molesto mucho con ella. Le peleo, grito, insulto. Le seré sincero, llego a humillarla de maldad. Sé que le duele, pero no  puedo dejar de hacerlo. Llego a molestarme tanto que la veo y lo que pienso es estrellarla contra la pared. Sé que no está bien, pero no puedo parar. ¿ Qué puedo hacer?

 Respuesta de la terapeuta: Entiendo su situación. He trabajado con casos similares. Le recomiendo buscar ayuda cuanto antes. Está poniendo en riesgo su pareja. Además, por el mal manejo de la ira usted  saldrá afectado.

 Existe la tendencia de muchos hombres a   realimentar su propia ira sin poder pararla hasta tanto la descarguen. Es lo que se denomina ira autocatalítica. Una vez iniciada, se recarga automáticamente. Esto no indica pérdida de la razón, necesariamente.

 Fíjese cómo inicia su ira, qué pensamientos la inician y cuáles  siguen apareciendo, de manera tal que le justifiquen su ira. Comience a revisar qué interpreta sobre la conducta y lo que dice su pareja. Verá que sus pensamientos son mayoritariamente causantes. Les sirven de justificación.

 Observe su nivel de tolerancia,  cuáles son las palabras o actitudes que le disparan. Sus sistemas de creencias acerca de la relación y la mujer en función de la jerarquía, la sumisión y obediencia estarán incidiendo en la interpretación y conducta iracunda.

 Hacerlo a propósito y saber que le va a doler son indicativos de que tiene una intencionalidad, herir y denigrar. Pregúntese, ¿qué ganancia tiene para usted hacerlo?

 Su nivel de ira es muy intenso y sus ideaciones violentas ponen en riesgo a su pareja. Puede cometer un acto violento muy grave.

 Le recomiendo un terapeuta con visión de género para que le ayude a controlar su ira. Que  promueva el aprendizaje  de respuestas asertivas y deconstrucción de pensamientos  realimentadores de la ira. Además, le hará reconocer, probablemente, que su conducta  iracunda busca mantener la supremacía masculina.

 Aprenderá  a controlar los impulsos, la frustración, y, sin duda, la ira.

 Comprométase a buscar solución a su conducta impulsiva y violenta. Su pareja está siendo severamente afectada. Responsabilícese e inicie el proceso de cambio.

 Aprender nuevas conductas asertivas le hará superar su ira. Se dará cuenta que la calidad de vida de ambos mejorará significativamente.

 Hay alternativas para cambiar los comportamientos violentos.

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