CONSULTORIO DE FAMILIA

CONSULTORIO DE FAMILIA

Sicóloga, Terapeuta familiar
Pregunta de la lectora
: tengo 22 años. Soy abogada. Tengo una relación con una persona de 24 años. Es cariñoso y atento. Es de las personas que no cambian porque se creen muy ellos. Cree que al complacerme se vuelve débil. Otro problema es que es muy celoso e impulsivo. Lo quiero mucho, pero llega un momento en mí que quisiera desaparecerlo de mi vida, por no cambiar. Quiere casarse y tener hijos. Somos jóvenes y no me atrevería a arriesgarme. ¿Me puede dar más o menos una idea de qué hacer con él? ¿Cómo tratar de mostrarle que está actuando mal y que debe cambiar?

Respuesta de la terapeuta: Sí, son jóvenes y les queda tiempo a ambos para reflexionar y tomar decisiones.

Usted está clara sobre las conductas de su pareja que le afectan y peticiones que le hace.

Reconoce que él no es flexible para el cambio.

Hay puntos que debe tomar en cuenta respecto a usted misma. No le puede cambiar, a pesar de que le genera incomodidad o malestar. Lo más que puede hacer es decirle con claridad aquellas conductas con las que no está de acuerdo y el malestar que le generan.

El pensará y decidirá si es importante hacer el cambio porque se ha dado cuenta por sí mismo que su comportamiento incide sobre su estado emocional. Valorará ante su demanda si continua la relación o no.

Usted tiene derecho a expresarse y solicitar lo que espera, pero él tiene derecho a elegir cambiar o no. Es uno de los puntos más crítico que debe encarar.

Respecto a su temor a arriesgarse, es lógico, no estar segura de que cambiará las conductas que le afectan. Ya está visualizando un  “conflicto conyugal”.

Hágale conocer cómo se comporta cuando es posesivo e impulsivo y el significado y valor que tiene para usted. Si no ve el cambio en unos meses, entonces, usted tendrá la libertad de decidir si continua o no.

Durante la fase de noviazgo hay indicadores claros de cómo será la persona en la vida conyugal.

Está en el mejor momento de elegir una pareja que le garantice seguridad y calma, y no angustia y deseo de desaparecerlo.

Tiempo que tienen juntos, cambios dados, compromiso para madurar en la relación son buen termómetro para proyectar las posibilidades de una relación exitosa.

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