CONSULTORIO DE FAMILIA

CONSULTORIO DE FAMILIA

Sicóloga, Terapeuta familiar
Pregunta del lector: Mi esposa, a veces,  me dice que  no muestro  preocupación por saber lo que están haciendo nuestros  hijos, que soy descuidado. Entiendo que ellos son grandes y saben lo que hacen. Las edades oscilan entre 23 y 17. Creo que son lo suficientemente grandes para saber qué les conviene y qué no. Ella se preocupa demasiado. Yo no. ¿Cómo puedo hacerle entender mi punto de vista?

Respuesta de la terapeuta: El diálogo es fundamental. El mismo ha de ser abierto para que ambos puedan expresar  los distintos puntos de vista. En principio no asuma el suyo como  válido,  sino, que sea un espacio para intercambiar ideas, temores, preocupaciones. Háganse preguntas en torno a este tema que les preocupa.

Cuando se habla en calma y con la certeza de que tendrán un espacio libre de fricciones, acusaciones y ataques, las ideas fluyen con más claridad y los resultados pueden  ser  consensuados.

Existe una alta tendencia de los hombres a ser más independientes en la supervisión de los hijos.  Los roles de género en cuanto a las conductas parentales son muy distintos a los de la mujer.

El hombre ha sido educado por milenios para trabajar fuera de casa, preocuparse por asuntos económicos. Sin embargo, la mujer lo ha sido para la crianza de los hijos, la vida en el hogar, disciplinar y educar a tiempo completo.

En los tiempos actuales  se  habla de la democratización de la familia, en la que todos participan con igualdad de derechos en su condición humana. Las mujeres han salido a la vida pública, productiva; son más independientes. Esta razón ejerce presión para que los padres participen más activamente en todos los asuntos relacionados con los hijos.

La participación  parental  con diferencias de género está cambiando de manera impresionante. Un número importante de ellas está en la vida pública generando recursos económicos que aportan  significativamente al presupuesto familiar. Esto las hace más activas en la solución de problemas, se sienten con más derechos en la vida intrafamiliar y con más seguridad para demandarle a usted lo que ella entiende le conviene para el bienestar y seguridad de la familia.

Su rol es más dinámico y en consecuencia necesita de su pareja parental para sentirse apoyada. La tarea de ser padres no caduca. Hay que velar por la seguridad de los hijos. Involúcrese junto a ella.

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