Pregunta de la lectora: Tengo una hija de 22 años. Es trabajadora y excelente en los estudios. Es desastrosa en el orden que debe tener con su ropa y su habitación, dice que es su habitación. Es apática  con todo lo que tiene que ver con el área doméstica. Ella no considera prioritario ser diferente, no quiere obedecerme. Pienso que tiene algún trastorno. Otras madres me dicen que las jóvenes de hoy tienden a ser así, no lo acepto. Necesito un consejo.

Respuesta de la terapeuta: Usted teme que su hija tenga un trastorno. Piense bien si esta conducta es generalizada; si se comporta de igual manera en el trabajo o cuando visita a sus amistades. Si solo ocurre en casa, entonces no hay un trastorno.

 Muestra una conducta adaptativa, estudia y trabaja.

 Cuando una persona sufre de algún tipo de trastorno, la conducta no se manifiesta en un solo lugar, ocurre en todas partes. Esta discriminación pone en evidencia la capacidad de controlarse y saber que su comportamiento traerá consecuencias en otros espacios.

 Lo que dicen sus amigas, de que las chicas de hoy son así, tampoco es cierto. Es una creencia generalizada que no se corresponde con la realidad.

 Su hija tiene 22 años de edad, es una persona adulta, en consecuencia sabe lo que hace. Puede discriminar su espacio, el cual considera suyo y con derecho a hacer lo que quiere.

 Si acaso se tratara de un trastorno, ya usted le ha dado la oportunidad de cambiar y no lo ha hecho, por lo tanto, su misión acabó. Ella ha tenido 22 años para asumir cambios de acuerdo a sus enseñanzas.

 Evite victimizarse frente a su hija. Mostrarse insuficiente, impotente y frustrada la empoderará más.

No pierda de vista que está luchando con una hija, quien cree que tener 22 años la coloca en una posición superior a usted. Es probable esté asumiendo ese comportamiento para imponerse.

 Ahora bien, para que ella tenga esa conducta actualmente, podría ser que los límites que establecen la jerarquía, la autoridad madre-hija, no quedaron bien definidos hace años; hoy se manifiestan de esta forma.

 Usted tendrá que evaluar la relación de madre a hija adulta. Revise su código jerárquico, quizás necesite una actualización. Su hija creció, los límites y reglas no se han modificado. El respeto de su hija hacia usted no está claro.

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