CONSULTORIO DE FAMILIA

CONSULTORIO DE FAMILIA

Sicóloga, Terapeuta familiar
Pregunta del  la lectora: Me preocupan los cambios de humor de mi pareja. Hay días que  está muy molesto. Me grita, amenaza, me echa de la casa. Pasan unos días, se pone diferente, más contento, oye música, quiere salir conmigo. Me siento muy perturbada  no sé cuándo estará de un estado u  otro. Nada de lo que hago para que esté bien funciona. Estoy desesperada  ¿qué puedo hacer?

Respuesta de la terapeuta: Por lo que usted describe pareciera que se trata de un trastorno del estado de ánimo. Por eso su sensación de que no puede hacer nada para ayudarlo.

Mi primera recomendación es dirigirse a un psiquiatra para una evaluación para detectar algún trastorno del estado de ánimo. Entre ellos se pueden encontrar los de bipolaridad, ciclotímico, distìmico, limítrofe.

Si existe un trastorno y recibe la atención idónea  podrán tener una mejor calidad de vida y no sufrirían  tanto por estos cambios  de ánimo, que pueden oscilar entre un estado depresivo, en el cual las personas se ponen irritables, tristes, pérdida de interés por todo, sensación de fatiga e inutilidad, entre otras. En la otra fase, que podría ser maníaca o hipomaníaca, aparece un estado de ánimo muy elevado, irritabilidad, se siente con más energía que de costumbre,  puede interesarse más por el sexo que lo habitual,  sale mucho más, entre otras actitudes.

Son oscilaciones emocionales que afectarán no tan solo a la familia, sino, su trabajo, a sus amigos.  La ayuda profesional es la mejor manera de usted ayudarlo. Por más que usted haga para complacerlo, para evitar su irritabilidad podría no darle resultados, ya que no se trata de usted sino de una alteración emocional.

Dado que no se trata de usted, como pareja, no aporta nada la culpa en esta situación. Por más que usted haga, los resultados serán desalentadores. Necesita la mano amiga de un psiquiatra.

Le advierto, eso sí, que estas personas oponen mucha resistencia ante la necesidad de acudir al especialista. Se resisten al tratamiento.

Su función será, si tienen hijos, hablar con ellos, explicarles su preocupación por las oscilaciones anímicas de su padre y cómo les afecta. Asimismo,  decirle a su pareja que entre todos buscarán ayuda porque están muy afectados.

Busque un especialista con experiencia en Trastornos del Estado de Ánimo. Esto requiere de la administración de fármacos y psicoterapia.

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