CONSULTORIO DE FAMILIA

CONSULTORIO DE FAMILIA

Sicóloga, Terapeuta familiar
Pregunta del lector: ¿Está bien que yo visite a mis padres todos los fines de semana con mi esposa? Ellos viven en otro pueblo. Sin embargo, ella vive  en la misma casa con sus padres.

Respuesta de la terapeuta: ¿Y usted dónde vive? Por su pregunta asumo que ustedes, como pareja, no viven juntos.

En primer lugar, toda pareja ha de preguntarse si lo que hace o deja de hacer afecta la relación. Visitar a los padres, acompañarlos, estar cerca, cuidarlos es una tarea de retribución hacia ellos por la inversión en los compromisos parentales durante el desarrollo de su vida.

Lo que podría convertirse en una fuente de conflictos es, si por estar anclados emocionalmente con ellos, se deja de invertir en la relación de pareja. La inversión mayor ha de ser en la pareja, porque ustedes constituyen la nueva unidad familiar.

La díada conyugal tiene sus propias tareas. Si estas se cumplen se fortalecerá la relación y la lealtad entre ustedes aumentará. Si la lealtad se mantiene en el pasado más que hacia el presente y el futuro, ustedes no podrán tener una relación emocional madura. Su norte no estaría en desarrollar la vida en pareja.

Tendrían ambos que preguntarse si mantenerse en su familia, de origen sin romper el cordón umbilical, es una estrategia encubierta para no asumir la responsabilidad conyugal. Podrían estar sintiéndose más cómodos en su rol de hijos cuidadores de sus padres que como pareja adultas.

Muchos padres que se han sentido desvalidos toda su vida anhelan ser cuidados como si fueran los hijos de sus hijos. Esto no hace más que atrapar a la pareja en sus funciones de “parentalizaciòn”. Los hijos pueden cuidar de sus padres, pero sin sacrificar a la pareja.

Me parece que ustedes tienen una gran tarea por delante, “replantearse la relación de pareja”. Dialoguen sobre cómo fortalecerse y cómo se relacionarán con sus padres sin que esto debilite, desnutra la intimidad relacional.

Funciones de pareja que han de tomar en cuenta: protegerse del mundo exterior que debilita la relación, satisfacer sus necesidades emocionales, desarrollar un modelo de relación de intimidad. Revisar sus necesidades actuales para satisfacerlas de acuerdo a sus principios y valores.

Reconocer que ustedes constituyen un modelo de relación de intimidad para sus hijos.

Determinen si la relación de pareja será un compromiso para ustedes.  

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