Consultorio de Familia

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Comentario del lector: El fenómeno de las dos mujeres simultáneas en la vida de un hombre es un problema que no se da con frecuencia en otros países más avanzados. Cuando el hombre rebasa su crisis de la media vida, y comprende los guiones que lo mueven desde el inconsciente, es posible que se pueda reparar la relación original. Cuando llegue el momento que no pueda atenderlas a las dos, seguramente optará por mantener su hogar original.

Comentario de la terapeuta: El tema que usted plantea es una situación  que ocurre con mucha frecuencia en nuestro país. Pero por tal razón no significa que  sea aceptable, sobre todo, por las consecuencias emocionales,  económicas, confusiones, dolor y vergüenza que ejerce en  la esposa y en los hijos.

Pienso que detrás de todas las explicaciones teóricas, que justifiquen la crisis del hombre en la media vida, el inconsciente colectivo, y de que “ama a su mujer porque se quedó con ella”,  no hay más que justificaciones para mantener una conducta machista, en la cual el hombre sostiene relaciones de poder con dos mujeres a las que usa para su beneficio sexual y gratificación emocional.

Su comentario dice:”cuando llegue el momento que no pueda atenderlas a las dos, seguro optará por la original”. Es un constructor cultural que justifica que las mujeres están para poseerlas hasta que “él  pueda”. Es la utilización de las mujeres como un objeto más que como personas.

El patrón machista que establece cuántas mujeres puede tener un hombre para su explotación objetual, sexual, emocional puede llegar a más de dos mujeres.  La enseñanza es que “la mujer es  un instrumento el cual puede desechar cuando  ya no le sirva una o la otra, o  porque él no puede más con las dos”

Conocer nuestro pasado, nuestro comportamiento, nuestra cultura es el punto de partida para transformar aquellas conductas e ideas que lesionan a los demás. No se puede aceptar como bueno y válido el que “los hombres son así” o “la crisis de la media vida los lleva a…” porque no son más que justificaciones para seguir actuando bajo la conducta irresponsable de la infidelidad y de ser sementales para sentirse más “hombres”

Es tiempo de transformar nuestra sociedad y familia, sin que sea necesaria la instrumentación de  las mujeres como un objeto de explotación por el hombre a quienes dicen “amar”.

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