Sicóloga, Terapeuta familiar
Pregunta de la lectora: Hace unos días me enteré que el 38% de las denuncias en las fiscalías son por violencia psicológica y verbal, y el 37% de violencia física. Me encuentro  raro que las mujeres denuncien más la primera. ¿A qué cree se debe esto?

Respuesta de la terapeuta: Me parece un fenómeno interesante. Este hecho nos podría sugerir que las mujeres están más conscientes acerca de este fenómeno y el daño  que produce en su integridad psicológica.

En una investigación realizada por el PACAM se pudo apreciar que después que el hombre dejaba de golpear, la mujer seguía el maltrato psicológico y económico. Los agresores usan la violencia física cuando la psicológica no les ha dado resultado.

Una vez que el maltratador sabe que sometió a la mujer podría dejar de golpearla.

Las mujeres víctimas de violencia dicen que preferirían un golpe antes que estar sometidas a la violencia psicológica porque es permanente y les daña más. Este es un dato importante, porque ellas nos dicen que las secuelas son más graves.

Este es un indicador a tomar en cuenta por las autoridades para que se adopten medidas al respecto. La violencia física sólo permite, ante el Ministerio Público, ver la punta del iceberg.

La violencia psicológica va dirigida a destruir la autoestima de la mujer, desvalorizando sus capacidades como ser humano, esposa y madre. El ataque permanente a través de insultos, humillaciones, descalificaciones, ironía, sarcasmo, degrada a la mujer en sus valores más profundos.

El ataque sicológico crea un estado de confusión mental que la mujer pierde la capacidad de decidir en todo lo relacionado con el agresor, por  el vínculo traumático que se entreteje.

Por eso podemos ver mujeres competentes profesionalmente pero, inexplicablemente, en casa son víctimas.

La violencia, en cualquiera de sus manifestaciones, genera secuelas psicológicas, las cuales se pueden medir a través de instrumentos científicos como son los cuestionarios clínicos de personalidad. Dentro de los síntomas más frecuentes tenemos: estrés postraumático, depresión, ansiedad, baja autoestima, confusión mental, ira.

Leonor Walker categoriza la presencia de estos síntomas como el Síndrome de la Mujer Maltratada, como categoría descriptiva. Término acuñado por la Suprema Corte de Justicia mediante la Resolución Judicial No. 3860-2006. Refiere el reconocimiento del daño sufrido por las mujeres para ser tomado en cuenta por los jueces.