CONSULTORIO DE FAMILIA

CONSULTORIO DE FAMILIA

Sicologa, Terapeuta familiar
Pregunta de la lectora:
Me separé de mi esposo hace más de un año. Fue una relación de violencia. Ahora vivo sola. Mis hijos viven con su padre, no los puedo mantener. Aguanté por ellos. Estoy sobreviviendo. Mi hija pequeña es muy posesiva conmigo. Si no hago lo que  quiere y como lo quiere, me agrede verbal y físicamente. Me estrella cosas. ¿Cuál sería su recomendación?

Respuesta de la terapeuta: Dicen los expertos que los hijos de hogares con violencia  íntima en la relación de pareja  tienen tres veces mayor probabilidad de ser violentos y/o víctimas.

En el caso que usted plantea, hablamos de violencia intrafamiliar,  viene dirigida de otro miembro de la familia.

Familias que  se han desarrollado con pautas violentas, sus hijos interiorizan que la violencia o maltrato son recursos para enfrentar los problemas.  Aprenden a lograr sus propósitos a través de la fuerza.

La posesividad es un rasgo de personalidad mediante el cual se busca controlar, lograr objetivos imponiéndose. Tienen la fantasía de que la otra persona actúe como marioneta para complacer sus apetencias de que “eres mía” y de más nadie. Lo podemos ver con más claridad a través de los celos.

Su hija puede estar anhelando una fusión con usted. Puede llegar a pensar que usted es su pulmón para respirar. Está convencida que entre ustedes dos no cabe una tercera persona sea real o fantaseada que la distancie, en absoluto, de usted.

Estar fusionada  con su madre le da la sensación de integridad psicológica. De no ser así, sentiría una gran sensación de pérdida, acentuando su inseguridad, su miedo. Recurrirá al maltrato o violencia para que vuelva a ella de acuerdo a su fantasía.

Si estás compartiendo con otra persona podría insultarle, avergonzarle, tener reacciones bruscas de ira, solicitarte que le haga cosas insistentemente para que todo gire en torno a ella. En su mundo interior estará viviendo esa relación que tienes con la otra persona como una amenaza a quedarse sola.

De esta manera va operando sin que se dé cuenta el aislamiento, y terminas solo viviendo para ella. Supliendo las necesidades y antojos afectivos de la hija. Ella se sentirá plena en saber que su madre estará exclusivamente para ella. Por lo contrario habrá ataques para que vuelvas a estar fusionada con ella.

Terapia familiar enfocada en la violencia intrafamiliar sería la mejor opción.

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