DRA. SORAYA LARA DE MÁRMOL
Sicologa, Terapeuta familiar
Pregunta de la lectora:
No he podido superar la muerte de mi hijo. No puedo vivir sin su presencia. Siento mucho dolor. Lo amo todavía.
Respuesta de la terapeuta: La pérdida de un  hijo es una experiencia dolorosa. Son pérdidas no puntuales, muertes inesperadas. Los padres  esperan que sus hijos les sobrevivan. Esto hace más difícil la aceptación. El duelo es un proceso normal ante la pérdida de un ser inmensamente querido.

Siéntase satisfecha de haberlo amado. Su hijo en espíritu está con usted. Lo que sí creo es que usted puede trascender a la partida de su hijo creando alguna actividad, ritual o ayuda en memoria suya.

Algunos padres no   procesan un  duelo sano, sino patológicamente, por no separarse emocionalmente de la vida terrenal de los hijos. Si en el transcurso del tiempo la habitación sigue igual como si su hijo estuviera vivo, las conversaciones son en torno a él, se preserva el lugar donde él se sentaba, entre otras acciones, la familia podría estar en duelo no resuelto.

Acciones semejantes crean desbalance en todas las relaciones familiares, en especial, con la pareja si no resuelven el duelo de igual manera. Se tiende a ser más leal hacia el hijo ausente que hacia la pareja creando conflictos. Quizás, los dos han resuelto individualmente el duelo y en consecuencia estarán en un estatus quo diferente.

El desequilibrio en el manejo del duelo podría traer desavenencias en la pareja. Se anularían las gratificaciones mutuas. Aumentaría la hostilidad entre ustedes. Se profundizaría en la tristeza y distanciamiento. En consecuencia, podrían terminar separados, sino físicamente, en el plano emocional.

Involucrar otros miembros de la familia en un duelo no resuelto podría paralizar la vida de los demás. Cuando los padres no pueden superarlo suelen impedir a los demás  divertirse, escuchar música, vestirse con ropa de colores intensos, entre otras.

Piense cómo era la personalidad de su hijo y si él estaría feliz de verla a usted tan acongojada. Los hijos sufren cuando ven a su madre sufrir.

Evite situaciones que le puedan crear debilidad en sus emociones. Elija amistades que la puedan ayudar a sobreponerse con mensajes de amor. 

No se quede sola con el dolor. Reconozco que este dolor puede ser insoportable.

Visite a Rosa Mariana Brea, quien es especialista en duelo. Intente recordar a su hijo sin sufrimiento.