Pregunta de la lectora:  Mis padres tienen sobre los 75 años. Ellos se creen autosuficientes para muchas cosas. Quiero ayudarlos en todo lo que pueda. Ellos trabajaron mucho. ¿Deberían estar más tranquilos? ¿Qué se puede hacer en esta etapa?

Respuesta de la terapeuta: Sus padres se encuentran  en el ciclo de vida en el cual ellos han aprendido a hacerse compañía y a apoyarse mutuamente. Ambos han ido adaptándose a las limitaciones que trae la edad y desarrollando nuevas habilidades para enfrentarlas.

 Las tareas que ellos puedan realizar por sí mismos, que no impliquen riesgos deben seguir haciéndolas. Es una forma de mantenerse activos y conectados con el contexto que les rodea.

 Quitarles funciones que aún son posibles para ellos pudiera ser desacertado porque los mutilarían. Dejar de hacer las tareas y rutinas diarias podría incidir en una pérdida más rápida de funciones para las cuales aún están aptos.

 Es recomendable en esta etapa que se mantengan  actividades para mantener las funciones de coordinación viso-motoras, distintos tipos de memoria, manejo del espacio, entre otras. Es muy razonable mantener las actividades diarias para que puedan mantener buen nivel de funcionamiento.

 Mantener el grupo de amigos y familiares contemporáneos será de gran ayuda.  Compartir con ellos resulta muy estimulante afectiva y mentalmente. Esta convivencia social les permite hablar de temas de interés común. Es una vuelta al pasado. Parecen recuerdos remotos los que pueden  socializar con su grupo de iguales. Esto  les da sentido de pertenencia, no tan solo grupal, sino  de una época específica.

 La paciencia y la tolerancia son dos virtudes que deberán estar presentes en los hijos. Los padres necesitarán que sus hijos las practiquen con ellos. Si no están presentes se puede lastimar fácilmente a los padres.

 Le sugiero buscar información y conocer  sobre el ciclo evolutivo y el comportamiento de las personas de la edad de sus padres. Esto le ayudará a tener más herramientas y habilidades para manejarse con ellos,  ayudarles o proveerles  lo que necesiten. No es como quisiéramos, sino como les convendría.

 Cuando se reúna con ellos hábleles de temas que usted sepa que les puedan interesar. Los temas generacionales los hablarán con los amigos.

 Preste sus oídos cuantas veces pueda. Ellos necesitan sentirse escuchados y atendidos. Están muy sensibles y pudieran interpretar cualquier comportamiento como falta de interés.

 El amor calma y repara.

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