CONSULTORIO DE FAMILIA

<P>CONSULTORIO DE FAMILIA</P>

Pregunta del lector:  Es cierto que los problemas que ocurren en la familia a uno le pueden afectar tanto que los puede reflejar de adulto y   repetirlos cuando se tiene su propia familia?

Respuesta de la terapeuta: La posibilidad existe, pero no puede decirse que es determinante. Las personas maduran y modifican sus vidas superando las experiencias pasadas que fueron dolorosas.

 La vida en la familia se inicia con la pareja. La conformación y estructuración de esta se erige a través de las pautas relacionales que  van cobrando sentido y cohesión. Esta se convierte en fuente de apoyo, seguridad y confianza. Afianzada la relación, piensan que pueden ampliar la familia con la venida de los hijos.

 La familia puede pasar por crisis normativas que pueden ser superadas mediante los recursos que posee para resolverlos. En otras, puede ocurrir todo lo contrario. Familias conflictivas pueden convertir un problema de fácil solución en uno complejo y grave, a consecuencia de la falta de habilidad para resolverlo.

 Al no solucionarse a tiempo y adecuadamente el problema, la familia pudiera elegir a uno de sus miembros como chivo expiatorio para canalizar la tensión interna que produce la situación. Esta puede perpetuarse por años y generar sufrimiento psíquico a todos los miembros.

 El sufrimiento, el dolor emocional ante una situación específica puede convertirse en una experiencia psicológica a reexperimentar y fijarse como  patrón de conducta. La forma en que la familia sigue respondiéndose a sí misma en el marco del problema genera un modo de relación que se convierte en el cómo lo hacen y reaccionan a los problemas.

 Esta forma de aprendizaje se va estructurando paulatinamente en el tiempo y va fijándose como un tipo de respuesta emocional y un estilo de afrontamiento a los problemas. Pasa de una generación otra. Nadie la cuestiona, la explica ni la critica. Se asume.

 La persona que forma una nueva familia lleva su patrón a la nueva relación y se recicla en los nuevos miembros.  Por eso encontramos entre los diferentes hijos  patrones similares a los de la madre, otros a los del padre.

 Este proceso pasa, tanto en las conductas funcionales como en las no funcionales.

 Claro está, se recicla lo emocionalmente satisfactorio y gratificante, como lo insatisfactorio.

 La familia tiene la capacidad de reciclar los problemas, si no los resuelve a tiempo.

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