CONSULTORIO DE FAMILIA

CONSULTORIO DE FAMILIA

Sicóloga, Terapeuta familiar
Pregunta de la lectora: Hace 5 años mi pareja me fue infiel.  Lo perdoné. Algo en mí  no ha vuelto a ser igual. Me habla de mujeres que han dejado su pareja por infidelidad. Habla de ellas como mujeres dignas. Me hace sentir indigna. Dice, hay mujeres que no son tolerantes con la infidelidad. No sé si él considera que por haberlo perdonado puede volver a hacer infiel. Me confundo mucho. ¿Qué piensa de mi caso?

Respuesta de la terapeuta: Sobreponerse a una infidelidad es un acto de madurez. En  la relación de pareja es un quebrantamiento a un contrato emocional que se sostenía  en la confianza, la lealtad, fidelidad y  compromiso.

Si su pareja es un narcisista es probable que se sienta superior a usted, y su acto de perdón, no sea valorado justamente.

Quizás, su conducta de infidelidad no fue más que un acto de  búsqueda de reconocimiento y aprobación.  Podría estar proyectando sobre usted su propia indignidad por el malestar que experimenta. Así, el malestar no recae sobre él, sino, sobre usted. Sintiéndose más superior a usted. Para él la defectuosa es usted.

Esta persona parece no haberse arrepentido realmente de su acto de infidelidad. Esto lo hace más propenso a repetirlo. Quizás, él le ha dicho: “el que fue infiel  una vez, es capaz de seguirlo haciendo”. Esto le aumentaría la sensación de amenaza, de que lo volverá a hacer.

Los perversos narcisistas son expertos en provocar malestar, sufrimiento y dolor haciendo comentarios confusos respecto a este tema. No pierden la oportunidad para expresar que la infidelidad es un acto de valentía, enamoramiento,  una experiencia inolvidable, de reavivamiento, sólo con la finalidad de que usted se sienta mal e inadecuada. Sus comentarios pueden ser no claros. Usted tendrá que leerlos entre líneas.

Le hablará de las hazañas de los amigos y conocidos, sólo con la intención de reafirmarse y generarle a usted malestar.

En su caso podrían estar ocurriendo dos situaciones. La primera, usted decidió perdonar  y vivir junto a él, pero él fantasea con que usted lo deje. Segundo, podría no  interesarle que usted lo deje, pero,  sigue sometiéndola  a la confusión de no saber si lo mejor fue dejarlo o quedarse. Así usted queda inutilizada, renunciando a su derecho a  exigir fidelidad.

La fidelidad es un compromiso y no debe renunciarse a este.

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