CONSULTORIO DE FAMILIA

CONSULTORIO DE FAMILIA

Sicóloga, Terapeuta familiar
Pregunta de la lectora
: He visitado una psicóloga por  el comportamiento de rebeldía de mi hijo adolescente. Lo han diagnosticado con Déficit de Atención. No quiero medicarlo. Me preocupa más su conducta rebelde. ¿Qué me aconseja?

Respuesta de la terapeuta: Soy muy respetuosa de las decisiones que tomen otros profesionales. Si su hijo fue evaluado y diagnosticado, le recomiendo siga las instrucciones del profesional que lleva el caso.

En mi experiencia clínica he visto algunos niños y adolescentes con este diagnóstico llamándome la atención que tienen una estructura familiar con pautas muy rígidas de funcionamiento. Con padres autoritarios los cuales muestran escasa flexibilidad.

Al centrarse más en hacer prevalecer su autoridad no visualizan los cambios de etapas de sus hijos manteniendo  reglas obsoletas, desactualizadas por temor a perder la autoridad.

Este temor activa las conductas controladoras, las cuales se pueden manifestar de las siguientes maneras: revisando todas las llamadas a celulares, computadoras; preguntando quién llamó, exigencias de dejar las puertas abiertas de la habitación; criticando los amigos con la intención de alejarlos.   Horarios de salidas y llegadas absurdas para la edad. No se aceptan las diferencias. Todos tienen que pensar igual. Los hijos no pueden expresar sus puntos de vista. Sólo se escucha el discurso de los padres. Prevalece lo que la autoridad diga y nada más.

Un sistema como el que acabo de describir es caldo de cultivo para la rebeldía. El adolescente está en la fase de emancipación, su meta es ser él mismo; importan los amigos, la novia son personajes de enlace para lograrlo.

En esa búsqueda de ser independiente, como  lo requiere la etapa, no encuentra la flexibilidad de los padres para  pasar a ese estadio de desarrollo trayendo como consecuencia las conductas oposicionistas o de rebeldía como una búsqueda de su propia identidad.

Más que encontrarse a sí mismo como sujeto con su propia autonomía, como entidad psicológica, asume comportamientos indeseables para reafirmarse en un contexto que no le permite ser. Da la percepción de una lucha de poder entre padres e hijo. De fondo tenemos un adolescente que grita a voces cambios.

Los padres autoritarios viven luchando con los hijos por mantener el poder irracional, por la inseguridad que subyace a perder el control.

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