CONSULTORIO DE FAMILIA

CONSULTORIO DE FAMILIA

Sicóloga, Terapeuta familiar
Pregunta de la lectora:
El avance tecnológico tiene aciertos y desaciertos. Ha impactado poderosamente en la vida de los seres humanos.

Respuesta de la terapeuta:

Nos ha impactado a todos de alguna manera. Ha incidido en el mundo laboral, las relaciones de intimidad conyugal, la forma de socializar con los amigos y la búsqueda y obtención de informaciones.

Cada vez más, escucho en la consulta a jóvenes, y en algunos casos a personas adultas, buscar informaciones para consumo personal, dependiendo del problema que les afecte. Entre ellas, preocupaciones sobre el incesto, anorexia, ideas suicidas, homosexualidad, entre otras.

La web facilita toda información que se necesite, yendo desde estudios científicos hasta las consideraciones más distorsionadas de la realidad.

Jóvenes que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad propia de la etapa de desarrollo o por crisis personales, que al buscar informaciones desacertadas entran en una confusión mayor. No siempre por Internet encuentran las respuestas.

Esta vía no conlleva el diálogo con un interlocutor que oriente su preocupación o confusión. Las respuestas son inmediatistas, no reflexivas.

En tiempos pasados todos teníamos una figura de confianza a quien recurrir cuando necesitábamos una información o consejo. En esa red de apoyo de personajes sabios estaban los abuelos, tíos, maestras, orientadores escolares o religiosos.

Esta red se basaba en símbolos de orientación y consejos. Estos personajes significativos salvaban vidas. Hoy no es así. Impera la desconexión, a pesar de las redes. Con tan solo un click en tu computador puedes tener desde cómo suicidarte, ser anoréxica, cómo fabricar una bomba o cómo salir del closet.

Las habilidades de comunicación humana están fragmentadas. El sabio ahora es el Dr. Internet. No las figuras de confianza o de aquellos a quienes se les ve como sabios por su madurez. No son los padres ni los abuelos.

Tendremos una o dos generaciones perdidas, desconectadas de sus sí mismas y de su capacidad autorreflexiva. Son nuevos autómatas.

Muchos padres tienen la sensación de haber perdido la batalla. Pienso que hay que insistir en preservar el trato humano, la confianza en los padres u otros mentores.

Apelemos al intercambio familiar sabio.

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