Pregunta de la lectora: Tengo 10 años casada sin haber podido embarazarme. Mi esposo tiene un problema de oligospermia.  Además del costo económico del tratamiento está el más importante, el emocional. Mi relación íntima se ha ido a “pique”. He intentado muchas cosas pero no logro que mejore. Mi duda es que aunque logre embarazarme y no mejore nuestra relación ¿Acabará? Y si no logro el embarazo temo  terminar divorciada a los 40 y sin oportunidad de tener un hijo con alguien más. Fui a terapia pero él no.

 Respuesta de la terapeuta: Cuando una pareja  atraviesa procesos donde el tema central es la fertilización,   períodos de alta tensión aparecen, pudiendo afectar la relación cuando la motivación  difiere entre uno y el otro.

 La armonía, la tolerancia, habilidades para manejar la frustración y el estilo afectivo  incidirán para que el proceso fluya.

 No solamente usted es responsable de que la relación funcione satisfactoriamente. Cada quien es igualmente responsable en hacer inversiones emocionales para beneficio mutuo.

 Las preguntas que usted se hace a futuro no  se las podrá responder. De este no podemos tener control. Puede decidir por el hoy. Lo que determine hoy se reflejará en el futuro.

 Recomiendo a las parejas que evalúen el historial de la relación. Darse cuenta si la relación ha sido gratificante, satisfactoria, con muy buenos recuerdos y un alto sentido de pertenencia y lealtad.

 La valoración del pasado  y el hoy le dará una proyección de lo que podría deparar  el futuro. Una relación insatisfactoria, con conflictos no resueltos y escaso compromiso  podría verse muy afectada y sin futuro.

 Vivir con temor no dejará que fluya la fuerza emocional y claridad de pensamiento suficientes que permitan que usted se  mantenga en pie para decidir lo que mejor le convenga.

Está en manos de la pareja decidir qué quieren y qué pueden hacer  para fortalecerse y apoyarse mutuamente.

 Cuado no se tiene base firme para quedarse en la relación, la persona se asusta y no toma una decisión.

 El temor impide ver con claridad aquello que duele ver. La incertidumbre confunde. En estas circunstancias se dificulta decidir.

 Entender que existe un momento en el que hay  que decidir para estar bien y tener mejor calidad de vida.

 El mejor amor es el que viene de uno mismo.

Este amor calma y da confianza.

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