Sicóloga, Terapeuta familiar
Pregunta de la lectora: Maestra Lara, ¿podría publicar señales que hay que tener en cuenta para no caer en una relación de malos tratos? Podría educar a las personas que leemos esta columna. Nunca está de más tener una nueva idea. Debemos aprender de los errores y estar en total prevención como dice usted, leer, preguntar y aplicar cada día las herramientas para tratar de tener mejor calidad de vida.
Respuesta de la terapeuta: Lo primero a tomar en cuenta es que las personas están en un constante aprendizaje. Cada persona que se conoce trae nuevos desafíos. Conocer a una persona es un reto. Hay que asumirlo con cautela, lentitud y sabiduría.
La persona antes de entrar en una relación íntima de pareja es recomendable tomar un año y medio conociéndose. En la primera etapa del enamoramiento hay un desborde de emociones que no permiten ver lo que hay que ver. Impide observar más allá.
La pareja cuando se casa lo hace con el ideal imaginado, con lo que sueñan, no con la persona real. Con el tiempo es que descubren la verdadera pareja. Para muchos, es tarde.
Hay que dedicar tiempo suficiente para conocer la vida de la otra persona, detenerse a escuchar la historia de vida con cautela para darse cuenta si le está contando la verdad.
El estilo de la personalidad incide en la relación, por lo tanto, el tiempo es necesario para conocer con quién se va a compartir la vida.
Aprender a poner límites para proteger su seguridad psicológica, emocional y física es vital. Desde el principio debe estar claro lo que no se permite y qué es innegociable. Mantener la firmeza.
Evitar mostrarse vulnerable. Dar a conocer la fragilidad emocional es un punto por el cual siempre se puede atacar. Estos pueden ser la religión, su familia, sus hijos, su carrera, su forma de ser, o cualquier otra debilidad.
No contar la historia de vida desde que conoce a una persona. Hablar menos y escuchar más.
Dejar que la otra persona por sí misma ponga en evidencia su estilo de personalidad.
Si la intención es tener una relación profunda, evite iniciar rápidamente la sexualidad.
Conozca primero, piense sobre la conveniencia de esa persona, afianzar la relación y después el sexo.
La gratificación sexual es importante, pero no garantiza la permanencia en la relación.