CONSULTORIO DE FAMILIA

CONSULTORIO DE FAMILIA

Pregunta del lector: ¿Qué usted opina de las personas que viven victimizándose?

 

Respuesta de la terapeuta: Tenemos que pensar en dos categorías: a) la persona que es víctima de un suceso traumático como la violencia, las guerras, catástrofes naturales como los huracanes, terremotos, entre otros accidentes que ponen en riesgo la vida; b) las personas vulnerables por su historia de vida.

Las personas expuestas a lo citado sufren daño psicológico que puede ser de carácter irreversible si el impacto es grave y cambia el curso de sus vidas.
La exposición al maltrato infantil, abusos sexuales, abandonos, padres negligentes, convivir con padres con pautas relacionales violentas, niños carentes de buena alimentación y cuidado, son situaciones de riesgos físicos, biológicos y psicológicos.
De esta manera se construyen las personas vulnerables, lo que define sus actitudes y sus comportamientos hacia nuevos o similares acontecimientos y hacia las personas que les rodean.
Al hablar de una persona victimizada tenemos que pensar, explorar y comprender los procesos que esa persona ha vivido en el trascurso de su vida. Nadie se victimiza porque sí. Es un proceso inconsciente, resultado de eventos dolorosos y traumas sufridos.
Los padres que insultan, descalifican, hieren y humillan, generan en los hijos malestar psicológico, falta de confianza en sí mismos y en los demás y que afectan sus relaciones interpersonales.
Estos padres no paran nunca de gritar y ofender. Transmiten la idea de que no sirven, no valen nada, que nadie los querrá, que no lograrán nada en la vida. Este escenario vulnera a los hijos. Crean una distorsión cognitiva sobre estos, además, los victimizan.
Crean una imagen distorsionada de sí mismos como consecuencia de ser víctimas de sus padres; la percepción interiorizada se manifiesta en la vida adulta. Esa vulnerabilidad se manifiesta en las escuelas, en su entorno social, familiar y posteriormente en la relación de pareja.
Incluso, esto los hace propensos a sufrir otros tipos de abusos en la adolescencia y en la adultez.
Podemos encontrar niños y personas adultas que son resistentes psicológicamente al estrés, al maltrato y otros tipos adversidades. Poseen los recursos psicológicos para enfrentarlos y no quedar atrapados en los eventos sufridos.
Personas con un estilo de personalidad depresivo (Millon,2006) son personas sombrías, desanimadas, pesimistas, melancólicas, se sienten poco valiosas, culpables, impotentes, vulnerables, abandonadas.
Comprender la victimización permite ayudar a quienes no han podido salir de ella.

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