Consultorio De Familia

Consultorio De Familia

Pregunta de la lectora:

Le confieso que prefiero no opinar cuando mi pareja está presente. Se molesta y dice que me gusta llevarle la contraria. No acepta mis opiniones, pues quiere que coincidan con las suyas. Cuando esto no ocurre me responde muy mal y me avergüenza ante las demás personas. ¿Qué puedo hacer?

Respuesta de la terapeuta:

Existen diferentes patrones de comunicación. El que se considera como el más funcional es el congruente. Las personas que lo adoptan se expresan abiertamente con respeto y dicen lo que quieren decir sin ofender, lastimar ni acusar.
La terapeuta familiar Virginia Satir plantea que existen otros modos de comunicación que no son adecuados y que suelen lesionar las relaciones interpersonales entre los miembros de la familia o en la pareja específicamente.
Además especifica que estos modos se asumen desde diferentes posturas como son las de víctima, superrazonable, irrelevante y agresivo. Estos patrones de comunicación, según la autora, se articulan de acuerdo con el grado de autoestima de la persona: alta, media o baja.
La persona con alta estima, que tiene una valoración positiva sobre sí misma, posee un buen sentido de la realidad y tiene relaciones que nutren; se comunica a través de una comunicación congruente.
Además, se comunica con claridad y precisión, pide aclaraciones y verifica si el interlocutor ha comprendido bien. Muestra calidez; se expresa de forma sencilla y directa. Es congruente en la comunicación verbal y no verbal.
Las demás tienden a bloquear el diálogo, a evitar enfrentarse, a reaccionar con chistes para bajar el grado de tensión o agredir para evitar que el otro continúe.
El superrazonable se esconde detrás de una comunicación basada solo en el conocimiento. Se justifica mediante explicaciones lógicas, es calculador, demuestra poco las emociones, luce frío y distante mientras se expresa.
El agresivo descalifica, ignora y humilla al otro. Ataca a su interlocutor y no le permite expresarse libremente.
Reconocer cómo cada uno se comunica ayudaría a ambos a modificar el estilo. Una persona con un patrón agresivo de comunicación condicionaría a la pareja a comunicarse desde la posición de víctima. Entonces, ambos patrones se complementarían y se reforzarían mutuamente.
Los patrones de comunicación se pueden modificar si ambos se comprometen. Si uno no está de acuerdo, el otro puede modificar su estilo y mantenerse en él hasta lograr que el otro reconozca que no es viable responderle de la misma manera.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas