Pregunta del lector:

Me he enterado de la infidelidad de mi pareja. Es duro enfrentar esta situación encerrado en la casa, creo que me volveré loco de tanto pensar en cómo fue, qué hicieron, dónde se veían. Quiero saberlo todo. Me debato entre separarme o perdonarla.

Respuesta:

La infidelidad es una de las experiencias más dolorosas para las parejas. Deja huellas emocionales que requieren de tiempo para superarla y recuperar la confianza quebrantada.
Elucubrar sobre los detalles ¿cómo ocurrió, dónde se veían, qué se decían, (entre otras inquietudes) no hace más que desequilibrarlo emocionalmente.
Las personas que son víctimas de una infidelidad tienden a sentirse frustradas, decepcionadas, deprimidas, ansiosas, inseguras e iracundas.
Predominan sentimientos de ambivalencia afectiva caracterizados por deseos inmensos y repentinos de dejar a la pareja y, posteriormente, de permanecer unidos.
Son muchas las emociones y sentimientos experimentados que requieren de tiempo y esfuerzos para recuperar la estabilidad emocional y reestablecer la confianza.
La confianza se ve seriamente afectada, la imagen favorable que tenía de su pareja se deteriora, incluso, también usted podría percibirse inadecuado ante la supuesta imagen del amante y de su competencia varonil.
Ahora bien, independientemente de que decida o no permanecer junto a ella, le recomiendo algunos puntos para que los tome en cuenta y haga todo lo posible para no quedarse atrapado en pensamientos desalentadores y de desesperanza que lo desalienten de seguir hacia adelante.
A pesar de que la situación es compleja, tendría que perdonar las mentiras y los engaños a los que fue expuesto. Deberá demostrar confianza a su pareja si le garantiza que esa relación terminó definitivamente y nota que ella está invirtiendo emocionalmente en usted.
La situación será más llevadera si su pareja le ha mostrado un arrepentimiento genuino, si se ha responsabilizado de su conducta y no trata de justificar su infidelidad culpándolo.
El perdón es auténtico cuando se asume responsablemente y se deja de atacar, agredir, desvalorizar, humillar y manifestar dudas constantemente.
El perdón se concede independientemente de si se continuará o no en la relación.
Cuando se sienta emocionalmente estable, haya recobrado la percepción positiva de su pareja y perciba que hay un intercambio justo de afectos, confianza y seguridad, podrá evaluar con más calma si podrá convivir sin ataduras del pasado reciente que involucran la infidelidad.