Pregunta de la lectora: Mi pareja y yo acordamos separarnos, pero convivimos bajo el mismo techo en habitaciones diferentes. Me preocupa lo que piensen nuestros hijos. No quiero que sufran si nos separamos. Él me busca sexualmente. ¿Qué puedo hacer?

Respuesta de la terapeuta: Cuando las decisiones no se toman con claridad y los límites son difusos, se corre el riesgo de que el mensaje se distorsione.
Cuando los padres no son responsables ante los problemas presentados, exponen a involucrar a los hijos en los conflictos de la pareja. Las pautas relacionales, el intercambio afectivo, el tiempo juntos, las salidas y los momentos de complicidad cambian significativamente.
Los hijos suponen que algo pasa, incluso, se tornan más observadores; es probable que se hayan enterado de que duermen en habitaciones distintas. También esto les causa malestar emocional. No entienden lo que sucede, pero tampoco se atreven a preguntar. Ustedes los mantienen en zozobra.
Piense y reflexione, ¿Cuáles son sus temores más frecuentes?, ¿Siente culpa?, ¿qué le hace pensar que no puede afrontar la vida sola?
Por otro lado, replantee el enfoque y elabore las preguntas de este modo: ¿Cuáles son mis capacidades y habilidades para seguir hacia adelante y afrontar la vida?, ¿puedo dar lo mejor de mí a mis hijos para ofrecerle calidad de vida?, ¿en qué les favorece dar por terminada la relación?, ¿cuáles son los límites para establecer para que se respete su intimidad sexual?
Identifique a las personas que le puedan ofrecer apoyo de calidad con aportes que fortalezcan su decisión. Haga una lista con los nombres e indique qué tipo de apoyo específico le puedan dar, como por ejemplo: apoyo emocional, de orientación, guía o de carácter instrumental.
El primero va orientado a la persona que le escuchará, comprenderá y mostrará empatía ante la situación por la que atraviesa. Esta persona no la juzgará ni criticará. La acompañará, le mostrará su afecto y estará presente cada vez que la necesite.
La segunda, le dirá hacia a quién recurrir y a quién consultar. La tercera, le dirá cuáles son los pasos concretos ante situaciones específicas. La instrumental es la que solo se compromete temporalmente, sin involucrarse en lo que le sucede, como por ejemplo ayudarla a buscar una nueva vivienda u ofrecerle apoyo para mudarse.
Se dará cuenta de que no está sola y de que disponede con una amplia red de apoyo para seguir hacia adelante.