Consultorio De Familia

Consultorio De Familia

Pregunta de la lectora:

¿Cuáles serían las consecuencias psicológicas en los menores de edad que son usados por personas adultas en actividades de carácter sexual no propias para ellos? Incluyo a los amigos, familiares cercanos y padres. Vivimos en un país que no diferencia lo sano de lo malsano, de lo delictivo de lo legal.

Respuesta de la terapeuta:

La familia y el Estado son responsables de garantizar el desarrollo integral de la niñez y la adolescencia.

La cultura, la religión, la familia y las políticas públicas a favor o en contra de la educación son factores que inciden en la construcción de la sexualidad desde muy temprana edad.

El aprendizaje se inicia en la familiar como primer contexto de socialización en la sexualidad.
Si los padres no tienen claro cuál es su rol en ese sentido y tienen ideas erróneas acerca de su propio comportamiento sexual, no podrán transmitir con diafanidad y la educación sexual apropiada para el desarrollo sexual, psicológico y emocional que garantice las conductas socialmente aceptadas.

Si este fuera el caso de los padres, los hijos pueden ser víctimas de las mismas distorsiones o ideas.

Los adultos no reconocen los límites de la sexualidad entre ellos y la de los menores. Perciben que ellos son objeto de gratificación de sus fantasías sexuales.

¿Cuál sería la repercusión para afrontar las angustias sobre su propia sexualidad de un hijo, cuando ha sido víctima de una experiencia no gratificante con uno de los padres o con una persona de confianza?

Un menor de edad no tiene las competencias psicológicas suficientes para enfrentar una situación que le resulte desagradable o amenazante para su propio cuerpo. La percepción de una experiencia amenazante sexualmente podría generar un trauma, y poner en riesgo su integridad física y psicológica.

La exposición pública es un agravante porque lacera la autoestima; se siente vergüenza y aparece el sentimiento de culpa.

Otro aspecto para considerar es la distorsión que se crea en el menor de que es lícito tener contactos de tipo sexual con las personas adultas. De esta manera, se construye la vulnerabilidad para ser pasible de futuros abusos o violaciones sexuales. Se aprende a no defenderse ante hechos similares.

Además, se quebranta la confianza básica y el vínculo de seguridad.
Creo firmemente en la psicoeducación como una herramienta poderosa para prevenir el abusos sexual contra los menores de edad.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas