Consultorio de Familia

Consultorio de Familia

Soraya Lara de mármol

Pregunta de la lectura: Después de divorciada tuve una nueva relación. Experimenté un momento de tensión en el primer almuerzo de él con mis hijos en nuestro hogar. Pensé: ¿Dónde lo voy a sentar si cada uno de ellos tiene su puesto? Él no preguntó, así que tomó su propia decisión respecto a dónde hacerlo. No sabíamos qué hacer. ¿Es normal que esto pase?

Respuesta de la terapeuta: Su experiencia es común en los hogares donde los hijos han elegido un puesto específico para sentarse o cuando los padres se los asignan.

Los puestos en la mesa están cargados de simbología. ¿Quiénes se sientan a la derecha o izquierda de la madre y el padre? ¿Quiénes se colocan más distantes? ¿Quién asume el puesto del padre o madre ausente?

También se pueden organizar de acuerdo con el género o por intereses comunes, o si existen alianzas de uno de los hijos con uno de los padres.

Es probable que los puestos se modifiquen con la salida del padre. Quizás el hijo que se sienta más identificado con él, lo asuma. También podría ser el que se perciba como el responsable de cuidar la familia.

En su caso, el hecho de no haber tomado en cuenta que no existía un puesto libre que pudiera ocupar la pareja, la situación se tornara temporalmente tensa, no porque la persona eligió, sino por la que desplazó. La familia es leal a sí misma.

Sería interesante que conversara con sus hijos sobre esta experiencia, pues esto favorecerá que en otra ocasión se pueda asignar el puesto adecuado.

Resultaría provechoso encontrar la alternativa viable para incluirlo en la mesa sin que sus hijos consideren que tienen que ceder su puesto cada vez que la persona almuerce con ustedes, sobre todo si aún está en la fase de introducción a la familia.

En algunos casos, los hijos tienden a pensar que la persona que ocupa su puesto o el de su padre es un intruso. Primero, hay que crear las condiciones de confianza y de acercamiento gradual.

La inclusión de una pareja en el sistema familiar requiere de tiempo, incorporarla sin tomar en consideración a los hijos puede crear un grado de tensión inesperado y provocar una reacción de rechazo.

Puede disfrutar de la experiencia tomando en consideración estos pequeños detalles, pero significativos para la familia.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas