Pregunta de la lectora:

¿Cómo debo actuar ante el comportamiento descontrolado de mi hijo pequeño?

Respuesta de la terapeuta:

Todo comportamiento ha de ser observado, no solo el del niño, sino el de los padres. Considerar la complementariedad. De alguna manera estas conductas se refuerzan según la reacción de los padres o de uno de ellos.

Los niños no aprenden a comportarse solos porque sí, dependen de las validaciones de los padres, de cómo reaccionan, qué les dicen, de si se hacen de la vista de gorda o no.

Evalúen la coherencia y la constancia. ¿Cuáles son sus expectativas respecto a lo que esperan de él?, ¿Cómo le transmiten el mensaje y qué sucede si no cumple? Los mensajes y reacciones no pueden ser contradictorios porque se verá obligado a elegir.

Hay que considerar la capacidad de ustedes de ser constantes, perseverantes y firmes, pues son actitudes que permiten establecer límites claros. Él aprenderá a dar respuestas de acuerdo con los lineamientos parentales.

Los límites permitirán establecer qué puede hacer y qué no y cómo reaccionar ante la madre y el padre. Ellos también aprenden cuál de los dos es más flexible y cuál es más autoritario.

Siempre hay que incluir los mensajes de reconocimiento cuando se comportan de acuerdo con las reglas y normas establecidas. Él también necesita del reconocimiento y la validación de todo aquello que es considerado como buen comportamiento.

Siempre tengan presente el buen trato. Los logros son mayores cuando los hijos se sienten amados, aceptados y reconocidos por los padres.

El buen trato es un aliado en la crianza.