CONSULTORIO DE FAMILIA

CONSULTORIO DE FAMILIA

Sicóloga, Terapeuta familiar
Pregunta de la lectora
: Tengo un niño de 9 años. Donde vivo hay niños que le meten terror. Lo desafían a pelear. Él no pelea porque dice que es malo. No quiero que lo  cojan de pendejo. Casi siempre lo estoy vigilando. No quiero que  le den una golpiza.  No quiero criar un niño violento y después le traiga consecuencias.  ¿Qué hago? No quiero que se deje dar.

Respuesta de la terapeuta: Entiendo su preocupación. Es un dilema para muchas madres promover la defensa personal  en sus hijos y el temor a promover la agresividad.

Todos los seres humanos tenemos una agresividad innata, la cual es saludable, porque nos permite defendernos de los ataques de los demás y los peligros externos. Es una respuesta defensiva.

Es probable que su niño diera, desde muy temprana edad, respuestas defensivas y su temor a crear una personalidad violenta le mutilara sus respuestas para protegerse.

Es diferente cuando un niño  pega porque sí, sin motivación  aparente o porque interpreta que los comportamientos de los demás fueran un ataque contra él.  Esta última idea implica una conducta suspicaz, donde percibe que todo el mundo le quiere hacer daño o que le molesta. Ahí si estaríamos hablando de una conducta hostil.

Es importante que deje de pensar que su hijo es incapaz de defenderse y de que los demás lo tomarán por tonto. Esta idea inducirá a que actúe protegiéndolo, minimizando su habilidad para defenderse.

Quizás usted ha sido una madre muy sobreprotectora. Las madres con este estilo educativo tienden a inhabilitar a sus hijos. Fíjese cómo usted dice que observa por la ventana para darse cuenta si tratan de maltratarlo y usted actuar. Con este sistema de protección no necesita defenderse.

Si pelea para defenderse,  usted le diría que es malo. El niño termina sin saber qué hacer. Es malo defenderse y no defenderse.

Le recomiendo que hable con su hijo y le pregunte cómo cree puede defenderse de los otros niños cuando lo agredan. Explore todas las ideas que él tiene. Estoy segura  le dará unas cuantas alternativas.

No critique ninguna de las alternativas que presente. Valórelas y pregúntele cómo cree reaccionará su amigo si hace eso. Luego estimúlelo a hacerlo.  Su hijo irá aprendiendo que tiene recursos para defenderse y que estos le dan resultados.

Ayúdelo a buscar alternativas. No se las dé usted.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas