Sicóloga, Terapeuta familiar
Pregunta de la lectora: Cuando hiero a  mi pareja, deja de hablarme o me trata de manera distante. Las pocas veces que él me ha fallado  – y el fallo ha sido grande- le he perdonado sin más.  No tengo corazón para imponerme lo que no siento –no cogerle la llamada, dejarle esperando- y reprimir lo que sí siento –las ganas de perdonarle y hablar con él para ver qué podemos hacer para evitar que sea reincidente- ¿Cree usted que con esta actitud ¨mal crío¨ a mi pareja?

Respuesta de la terapeuta: Cada relación de pareja desarrolla transacciones interaccionales de acuerdo a su estilo de personalidad, valores y creencias. Y sobre todo a partir del mapa cognitivo-mental incorporado de los modelos de afrontamiento  de los padres en su pauta conyugal.

Los estilos de afrontamiento de conflictos, tanto en el hombre como en la mujer, son distintos. He visto en la consulta que ambos dan respuestas diferentes de acuerdo al género. Actualmente, tenemos una explicación neuropsicológica al respecto.

Sucede que ambos quieren resolver los conflictos  desde su dimensión cognitiva. La mujer se involucra de manera afectiva en la solución, el hombre en lo racional y práctico.

La mujer procura hablar, analizar, discutirlo y buscar soluciones. La tendencia masculina es pragmática y prefiere la solución sin entrar en el plano emocional y discutir soluciones.

No quiero decir con esto que sea siempre así. Pero es la tendencia.

La pareja, dependiendo de su nivel de madurez, asumirá posturas frente a los mismos reaccionando  emocionalmente, uno distanciándose y otro buscando cercanía. Ambos con reactividad emocional intensa.  Ambas posturas provocan malestar en la pareja.

Sugiero que cada uno de ustedes reconozca cuáles son los temas o conductas que provocan la reactividad para que busquen nuevas alternativas y superen la adversidad presentada.

Ahora bien, es natural que la pareja tenga conflictos. El estilo de afrontamiento consensuado entre ambos puede garantizar la solución de conflictos sin tener que asumir posturas rígidas.

La pareja exitosa es aquella que sabe enfrentar las dificultades para  seguir adelante, sin causarse daño ni sufrimiento emocional.

Perdonar es bueno, pero si no hay un verdadero arrepentimiento y la persona no cambia su conducta, éste queda hueco,  porque no tiene una actitud reparatoria o de cambio definitivo. El cambio es temporal y se activa nuevamente el conflicto.

Quien se siente herido sufre.