Sicóloga, Terapeuta familiar
Pregunta del lector: Tenemos una hija de 13 años y un varón de 12. Ambos viven enfrentándose. El vive pendiente de la hembra para mortificarla. Es activo y con temperamento un poco fuerte. Ella vive rechazándolo, dando la impresión como si lo odiara. Ella es muy reservada y casi siempre quiere estar aislada en su habitación. Necesitamos su consejo.
Respuesta de la terapeuta: Las diferencias individuales entre hermanos es una de las riquezas del sistema familiar. Parte de las funciones de este subsistema es aprender a competir, negociar, resolver conflictos, defender su espacio, discutir por las diferencias de ideas. Para los padres es una oportunidad para servir de coach en la resolución de los problemas cuando ellos se ven afectados por la dificultad de afrontar las situaciones. Las diferencias entre hermanos permiten el desarrollo de habilidades y destrezas para enfrentar situaciones entre iguales. Esto es como un laboratorio de aprendizaje de resolución de conflictos. Aprenden a negociar, distanciarse y luego reconciliarse. Los padres pueden constituirse en mediadores cuando la situación se vuelve crítica. La intervención ha de ir dirigida a llamar a los hermanos y pedirles que les comenten qué está pasando. No para ustedes tomar partido si no para promover nuevas alternativas. Pídanle a cada uno que exponga de qué otras maneras pueden resolver sus diferencias. Cuando hayan expresado sus ideas, promuevan que se seleccione una. Soliciten que se ponga a prueba cuando aparezca de nuevo el conflicto. Sellen la solución mediante un acuerdo-compromiso con ellos. Si ustedes toman partido por uno u otro, es probable, que ellos perciban preferencias. Se crea la sensación de injusticia y traerá revancha entre ellos. Generalmente, cuando hay rivalidad entre hermanos podría estarse generando por celos. A veces, piensan que hay una preferencia por uno de ellos en desventaja del otro. Entre los hermanos hay diferencias psicológicas a pesar de la poca que pueda haber en edad. Su hija está en la adolescencia, y por tanto, comienza a pensar y actuar de manera diferente al hermano. Ella demanda de más privacidad, conversar de otros temas, comienza a enfocarse más en las amigas y amigos. Ambos están en una etapa de transición importante de sus vidas. Dejen claro a sus hijos que los malos tratos no están permitidos. Que existen otras formas de resolver los conflictos. Oriéntense con un buen libro.