Sicóloga, Terapeuta familiar
Pregunta de la lectora: Mi hija de trece años  vive desde los dos años  con sus abuelos paternos.  Su padre y yo tenemos nuevas familias. La llamo a diario. Está  hablando muchas mentiras. Está enamorada. Ha adelgazado. Respeta mucho a su abuelo, pero le esconden cosas por su presión arterial alta. Me teme y respeta mucho. Actualmente, por màs que la aconsejamos se lleva de malas amiguitas. ¿Qué podría hacer? 

Respuesta de la terapeuta: Su hija está iniciando la etapa de la adolescencia. Durante este ciclo evolutivo  estará iniciando su recorrido hacia la autonomía. Podría estar comportándose como una chica que cree que puede decidir por sí misma, sin la  participación de ustedes. Es parte de este proceso vital.

Su expresión: “se deja llevar de malas amiguitas” es el mejor ejemplo para darnos cuenta que no están percatándose de su crecimiento, porque endilgan su toma de decisiones a las amigas y no a su capacidad. Quizás, no se están dando cuenta que ella está apta para tomar decisiones de acuerdo a su edad.

Hablar mentiras en la adolescencia tenemos que considerarlo, tomando en cuenta la situación familiar. Generalmente, los adolescentes no mienten, guardan información como una forma de preservar su autonomía. No quieren instrucciones, que les digan lo que tienen que hacer, con quién juntarse, de quién no enamorarse, entre otras. Es un principio de autonomía.

Entienden que pueden decidir porque tienen la capacidad y la edad para hacerlo. Es una etapa de ensayo y error.  Es una experiencia de aprendizaje.Oponerse a las conductas autonómicas de los adolescentes podría ser interpretado por ellos como una arbitrariedad, lo que acentuarían los conflictos en esta etapa.

No podemos dejar de observar dos puntos. El primero, que  quienes ejercieron la tarea de crianza fueron los abuelos, a los que, quizás, ella reconoce como las figuras que puedan incidir en su comportamiento. Podríamos inferir que de acuerdo a la estructura familiar que usted describe  estamos frente a una familia con patología de la jerarquía familiar.

Segundo, si guardan información al abuelo, a quien ella registra como autoridad, en consecuencia, él no puede actuar, ella verá la fragilidad de la jerarquía y sacará partido.

Le sugiero buscar orientación con un terapeuta familiar. Por sus comentarios, funcionan como una familia de tres generaciones con patología de la jerarquía.

Anímese a buscar orientación.