CONSULTORIO DE FAMILIA

CONSULTORIO DE FAMILIA

Sicóloga, Terapeuta familiar
Pregunta de la lectora:
Tengo una amiga víctima de incesto por parte de su padre. Yo no entiendo cómo ella lo pudo permitir por tantos años aún estando adolescente. Lo mantuvo en silencio. A veces habla mal del padre, otras veces bien. Me gustaría usted me explicara sobre cómo una hija puede permitir que eso le ocurra y cómo le puedo ayudar.

Respuesta de la terapeuta: Es buen indicador que ella le haya comentado sobre su experiencia incestuosa. Las víctimas de este delito suelen permanecer en silencio por vergüenza y miedo. Su amiga ha dado un gran primer paso.

El segundo paso es usted recomendarle buscar una especialista sobre el tema para que ella pueda acabar de sanar la herida que deja esta experiencia abusiva.

El incesto suele ocurrir en sistemas familiares aglutinados donde las funciones de sus miembros no están muy claras. La hija es seleccionada desde muy temprano como hija especial y preferida.

Es así como comienza la fase de seducción, además, de regalos, complacerla en todo lo que la hija quiere y necesita. El padre incestuoso muestra predilección.  La hija se siente especial.

Luego vienen los toques, caricias, que aunque ella no quiera, el padre lo justifica diciendo que él lo puede hacer porque es su padre. La convence de que lo que está haciendo no está mal. La va abusando paulatinamente y a la misma vez la seduce con regalos y privilegios.

Los familiares en su entorno ven solo que es su hija preferida a quien quiere de manera especial. Los celos que manifiesta el padre son vistos como reflejo de un papá excesivamente cuidador que la quiere proteger de los varones.

Una vez el padre incestuoso se da cuenta que tiene seducida a la hija comete el acto de violación. Luego viene la imposición del silencio. Este se logra a través de amenazas como  “no se lo digas a nadie porque no te van a creer”, «si lo dices voy a decir que tú me provocaste”.

Otros más perversos las convencen de que “todos los padres lo hacen” y que lo hacen “para enseñarte para cuando tengas tu pareja”.

Ella es hoy  víctima del  lavado de cerebro que la ha paralizado.  Entra  en un proceso gradual de victimización y pierde el sentido de la realidad, de lo que le pasa, y pierde los recursos para defenderse.

Estimúlela a buscar ayuda.

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