CONSULTORIO DE FAMILIA. ¿Cómo enseñar a los hijos a ser solidarios?

CONSULTORIO DE FAMILIA. ¿Cómo enseñar a los hijos a ser solidarios?

Pregunta del lector: ¿Cómo puedo enseñar a mis hijos a ser buenos, solidarios y tolerantes? Estamos viviendo en un mundo complicado. La humanidad parece que está en crisis. No sabemos en qué vamos a parar. ¿Qué me recomendaría hacer?

Respuesta de la terapeuta: Su preocupación como padre es válida, pero no hay que temer. La humanidad ha pasado durante toda su historia por períodos críticos, donde todo parece que va a desaparecer; sin embargo, perdura y se renueva.

Enseñar a los hijos a desarrollar valores no es como enseñar una materia en la que se explican los conceptos y se ponen ejemplos. El aprendizaje en la familia es mucho más profundo y estable por la continuidad y la sistematicidad sostenidas por la madre y el padre, quienes son los responsables de modelar y enraizar estos valores cada día, a través de sus acciones y sus conductas afectivas bien tratantes.

La tolerancia se modela con las acciones y actitudes de ustedes, mostrándola cuando los niños preguntan, dudan, cuando no pueden esperar o necesitan una respuesta inmediata. La tolerancia ayuda a enfrentar y maniobrar ante las frustraciones.

La solidaridad consiste en enseñarlos a ser sensibles frente a la fragilidad y vulnerabilidad de los otros, sobre todo entre hermanos y amigos. La forma en que ustedes les respondan cuando demandan que les ayuden es un recurso válido para inculcar valores.

Ser buenos y ser bondadosos podría tener significados diferentes en la familia. Ser bueno es aceptar y plegarse a las demandas de los padres para evitar ser castigados o para ser reconocidos, sin oponerse a ellos. Ser bondadoso se refiere a la capacidad de hacer el bien. Hay dos componentes valiosos en este aspecto, el empático y el solidario. Reconocen que otras personas requieren de alguna ayuda, mostrándose capaces de apoyar y aportar.

En la humanidad, a pesar de que se perciba en crisis, con acciones autodestructivas, encontramos personas en todo el mundo con un alto sentido de altruismo, dedicadas a hacer el bien e impactar en la humanidad para que se enrumbe por otros derroteros.

Los niños aprenden a ser sensibles socialmente cuando los padres u otras figuras de apego seguro muestran preocupación ante sus dolencias sociales, convirtiéndose en personas adultas de gran impacto social.

Si los adultos son capaces de hacer el bien y educar con buen trato, los hijos heredarán los valores modelados.

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