Pregunta del lector: Soy un hombre maduro. Mi pareja es importante para mí, también mis relaciones sexuales con ella. He visto que ha bajado la frecuencia de la actividad sexual. ¿Cómo podemos mantener activo el deseo sexual entre nosotros? ¿Es posible?

Respuesta de la terapeuta: El deseo no desaparece, cambia conforme pasan los años, por lo tanto, la sexualidad en la pareja se mantiene activa.

Muchos son los mitos a superar en los adultos mayores. Se habla muy poco de la sexualidad y el erotismo en esta fase de la vida.

El erotismo, el romanticismo y la afectividad se pueden conjugar como experiencias a disfrutar en las relaciones de parejas.

El erotismo no puede quedar atrás, las caricias, susurros y besos por todo el cuerpo les ayudarán a descubrir, reconocer y disfrutar muchas de las zonas erógenas, que quizás fueron quedando en el pasado.

La estimulación sensorial transmite informaciones a las terminaciones nerviosas que se encuentran cubiertas por la piel, éstas activarán neuroquímicos que les provocarán sensaciones placenteras.

Las fantasías sexuales aportarán nuevos desafíos y experiencias. Conversaciones sobre las vivencias sexuales intensificarán el deseo. No dejarse intimidar por los prejuicios facilitará que las vivencias eróticas sean más exquisitas.

Ser consciente de que la sexualidad en este estadio de la vida no busca demostrar el rendimiento, la más rígida erección, y mucho menos el coito y la competencia, en cuanto a frecuencia orgásmica, sino más bien, les hará disfrutar de una sexualidad basada en el goce y el placer.

Centrarse en el resultado de una erección y al orgasmo que remita a la virilidad del macho, limitará disfrutar de la calidez de la piel, de la profunda respiración y los movimientos sensuales de la pareja.

La sexualidad y el erotismo hacen sentir la magia de dos cuerpos fusionados que entran en el éxtasis de la danza de la excitación individual, alcanzando la más elevada nota musical del amor romántico.

La sexualidad y erotismo no se extinguen. La pareja adulta mayor puede seguir disfrutando, si no se dejan atrapar de los prejuicios que inhiben y reprimen.

Recréense en el placer sensual sin temores. Su cuerpo es suyo, explórelo, y navegue en el de la pareja. Ustedes tienen la ventaja de que sus hijos ya se han ido. Quedan el uno para el otro.

No olvide que la sexualidad, erotismo y placer siempre les acompañarán.