CONSULTORIO DE FAMILIA. Relación de parejas

CONSULTORIO DE FAMILIA. Relación de parejas

Soraya Lara de Mármol

Pregunta de la lectora: Me he dado cuenta que no existen matrimonios ideales. He visto muchos que aparentan llevarse bien en público, pero en su casa son un desastre. Me he enterado de muchas familias que no son tan perfectas como creía. Es que no existen parejas ideales?

Preguntas de la terapeuta: Aplicar el concepto de ideal de pareja no es más es un eufemismo para explicar su propia aspiración como pareja, pero como tal no existe.

Cuando se observa desde fuera, se ve aquello que las parejas quieren mostrar públicamente, pero en la intimidad pueden ser diferentes, aunque no podemos generalizar los casos. También he conocido parejas que tienen mayor vivacidad y afectividad en el ámbito privado.

Además, no se escapa a imaginar y proyectar en las otras parejas sus propias aspiraciones; ve aquello que desea tener en su propia relación. La tendencia a idealizar lo que queremos en nuestras vidas es alta.

Es muy probable que esté respondiendo a su interpretación subjetiva y no a la auténtica relación.

Cierto, muchas parejas, no todas, tienen un comportamiento público y otro privado. Es parte del aprendizaje social: “Los trapos sucios se lavan en la casa”. El mandato social se convierte en una normativa que moldea la conducta de las parejas, que cuenta, además, con el reforzamiento de la familia.

Existen parejas funcionales o exitosas que pasan por crisis normativas o no normativas y saben superarlas.

No importa cuán profundo sea el conflicto, lo que engarza a las parejas es la actitud que mantienen: “A pesar de la tensión, desacuerdo y sufrimiento vamos a superarlo y seguir adelante juntos”.

Este tipo de parejas siempre buscan sobreponerse a la adversidad y ajustar la relación a las nuevas demandas o exigencias.

Quienes no hacen los ajustes o cambios necesarios y suficientes para reencauzar la relación están propensos a la separación física o emocional.

Cuando digo emocional, me refiero a aquella pareja que sigue junta, pero sin sentirse profundamente implicada en el afecto.

Hablamos de parejas estables disfuncionalmente. Mantienen su rutina, hacen vida social, pero ambos saben que el compromiso emocional está malogrado.

Lo interesante, a pesar de la crisis, es que existen parejas capaces de decirse: “Porque te amo y quiero compartir la vida contigo estoy dispuesto a enfrentar el problema junto a ti y darnos una nueva oportunidad”.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas