Pregunta de la lectora:

Hace muchos años creía que complacer a las demás personas era lo más importante para que se sintieran bien. Hoy me doy cuenta de que ha sido un error complacer sin tomarme en cuenta. ¿Es fácil cambiar?

Respuesta de la terapeuta:

Todo cambio y facilidades para lograrlo requieren de su actitud, compromiso y grado de conciencia.

En la niñez,decir que no puede ser un riesgo.Una considerable mayoría de adultos les responden a los niños imponiéndoseles, golpeándoles o negándoles su derecho a decir que no. He escuchadoa muchos padres decir: “A mí no puedes decirme que no”. En casos extremosacompañan esta expresión con un golpe.

El no, podría asociarse con una sensación no placentera, por lo que posteriormente se evita decirlo y se incorpora un sí complaciente. El fin no es querer decirlo, pero aprendió a evitar una situación engorrosa. Se evade lo que no se desea o no se quiere.

Las personas extravertidas tienden a depender mucho de la aprobación de los demás, por lo que les cuesta decir que no. Se apegan más al fruto de la acción y a las cuestiones externas, no a los procesos y a la satisfacción internos.

Se dice que sí a las personas negativas y tóxicas, se aboca a hacer cosas que no se quieren y se aceptan relaciones dolorosas porque tienen serias dificultades en decir que no. Impera la sí tiranía.

La actitud complaciente e incondicional está anidada en el pensamiento y se volvió un hábito para complacer y agradar a los demás. Asó como para ser querida y admirada.

Decir que no es un arte. Aprender a decir que no es saber cuándo, a qué y cómo decirlo. Esta es la meta para alcanzar para liberarse de la sí tiranía.

Es aprender a decir que no a las emociones y pensamientos negativos.Es superar el temor a ser rechazada, no aceptada como persona por el simple hecho de decir que no.

Aprenda a decir que no a ciertos pensamientos y conductas negativas. Aprenda a no depender tanto de la aprobación externa, sí de la aprobación interna que le provoque mejores sensaciones emocionales.

Cuando se descubre que se tiene el derecho a decir que no sin temor al rechazo o a que le retiren el afecto y la admiración, se disfruta de la libertad interior.

Desarrolle su destreza psicológica.