Consultorio de Familia

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Soraya Lara de Mármol

Pregunta del lector: Mi pareja luce decidida a separarse. Quiero demostrarle que he cambiado para que reconsidere su decisión, pero dice que en otros momentos he dicho lo mismo y que mi cambio es temporal. Hace tiempo que asiste a la terapia y no quise acompañarla, ahora sí estoy dispuesto. ¿Es posible convencerla?

Respuesta de la terapeuta: Los cambios no se prometen, se hacen y se demuestran día a día. La voluntad de cambiar es el factor primario, la sostenibilidad es la clave.

Cambiar puede resultar muy difícil para muchas personas que están habituadas a un sinnúmero de comportamientos que no han sido considerados como generadores de conflictos porque no se ajustan a las expectativas de la pareja.

Los intercambios cotidianos espontáneos entre ambos refuerzan o debilitan la aceptación, la admiración, el afecto, la tolerancia y el deseo de estar juntos.

Cuando un miembro de la pareja decide poner fin a la relación, generalmente es porque el desgaste emocional y la falta de fe quebrantan la posibilidad de repensar el permanecer juntos.

Es recomendable considerar cuáles son los conflictos acumulados y no resueltos durante años. La tendencia de las parejas es reconciliarse sin resolver el problema que generó la tensión y el distanciamiento.

Existe un mecanismo inconsciente en los sistemas familiares denominado homeostasis que regula el funcionamiento y la estabilidad con la finalidad de mantener el sistema intacto a pesar de la disfuncionalidad. Se activan mecanismos de adaptación al problema.

Debido a este mecanismo, la pareja se mantiene unida, se acerca, vuelven los buenos recuerdos, se piensa en la familia, en los años de unión y en los hijos y se activa la fuerza emocional de la unión.

Se reconcilian y el problema se queda sin resolver, subyace y genera tensión hasta la aparición de un nuevo conflicto que se agudiza dada la acumulación. La pareja mantiene la misma pauta interrelacional, el cambio solo es de manera transitorio, por lo que se vuelve a lo conocido.

Si su pareja ha estado en psicoterapia, es probable haya revisado y realizado estos cambios y usted no se ha percatado.

Inicie la terapia y permítase la oportunidad de profundizar en las situaciones que les afectan. Evite justificar, negar o minimizar. Céntrese en usted, en su estilo de solución de conflictos y la forma de relacionarse.

Una relación solo se preserva si ambos están en la actitud de permanecer unidos.

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