Pregunta de la lectora: Tengo una pareja desde hace 8 meses. Cuando lo conocí, supuestamente tenía su esposa. Al poco tiempo iniciamos una relación. Me dice que dejó a la madre de sus hijos porque no la ama, pero, no me presenta a su familia, a sus amigos ni a sus hijos, y eso me resulta raro. La verdad es que lo amo mucho y me parece sincero. Pero no confío nada en él. Creo que me está engañando. Quisiera dejarlo, pero antes me gustaría saber cien por ciento si tengo razón.

Respuesta de la terapeuta: En la primera fase del enamoramiento la posibilidad de ser objetiva se reduce. Es un período de alta intensidad emocional donde la razón no predomina. Cualquier duda, se pone de lado. El foco de atención se centra en las buenas y agradables sensaciones que se sienten.

Algunas personas buscan relaciones alternas o extramaritales como estrategia transicional entre una separación deseada y un nuevo enlace que atraiga poderosamente para romper con la pareja marital. Es una salida menos dolorosa por la recompensa que le espera. De otra forma le sería difícil dejar su pareja de años y a sus hijos.

Las fuerzas emocionales que activan, tanto la separación como la nueva relación, lo exponen a una dificultad de elección, entre lo que dejo y tengo. Él pasará por ese proceso.

He visto en la práctica psicoterapéutica que la persona que facilita este tránsito es la que permanece en la relación actual. Podría ser la razón por la que no la presenta con su red familiar y de amigos.

Usted dice que cree él le engaña, que no confía en él, pero que a la vez le parece sincero. Noto una contradicción. ¿Con cuál de las percepciones se queda? ¿Con el que le habla mentira o aquel en quien confía? Mantenerse en esta ambigüedad no le ayudará a acercarse a la objetividad.

El comportamiento de él le dice una cosa y usted cree en otra. Es muy probable que usted se decida por lo que cree, más que por lo que verdaderamente observa. La tendencia es moverse por las emociones y las fantasías acerca del amor.

Reflexione y decida conforme entienda que es de mayor conveniencia para usted.

Las emociones influyen en la toma de decisiones, aunque la razón diga otra cosa.