Pregunta del lector: ¿Cree usted que después que la mujer ha comenzado a liberarse la violencia y los problemas de parejas han aumentado? Pienso que la ley de la violencia intrafamiliar, que defiende a la mujer es otra causa para que existan más divorcios, porque la mujer no tolera los problemas como antes. ¿Qué usted opina?

Respuesta de la terapeuta: A partir de los años 70 el feminismo entra en auge a escala mundial, lo que trae como consecuencia un proceso de concienciación en muchas mujeres, quienes en principio, asumen este movimiento para visibilizar la subordinación y el sentimiento de inferioridad con relación a los hombres.

Este movimiento surge desde una perspectiva filosófica existencialista, sustentada por la filósofa Simone de Beauvoir, sumándose posteriormente otras pensadoras, mujeres políticas y activistas feministas, que asumen la tarea de visibilizar la violencia contra las mujeres como un ejercicio de poder de los hombres y la construcción de la identidad de estas desde los estereotipos de género que las subordinan a los hombres.

Indudablemente, esto ha modificado e incidido en el pensamiento de las personas y, en consecuencia, modifica el comportamiento y las actitudes, no tan solo a escala social, sino familiar y de pareja. Ha sido un proceso gradual y sostenible.

La realidad de la familia cambia, las pautas relacionales se modifican dado que entran otros elementos de tipo ideológico, político y sociológico que se modifican, en la medida en que aparece una nueva comprensión de problema familiar y social que afecta a la mujer y la familia.

Aparece una explicación teórica, bien fundamentada, que evidencia las distintas formas de violencia ejercidas contra las mujeres, la discriminación en su contra y la desigualdad que genera pobreza y la marginalidad. Toda la mirada se pone en vencer esta realidad que ha afectado la vida de las mujeres.

Hablamos de más de 40 años de incidencia desde diferentes escenarios locales e internacionales que han despertado la conciencia de las mujeres, provocando que sean ellas mismas las generadoras de cambios.

La conciencia de derechos, no solo se ha manifestado en el ámbito social y político, sino también en la familia. Las mujeres asumen su cuota. Por lo menos dos generaciones de mujeres han crecido en un mundo totalmente distinto a las mujeres de los años 50.

Actualmente, las mujeres están conscientes de sus derechos.